Como un caso ejemplar para los países de la región del Cono Sur describió Jair Krischkle, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos en Brasil, la primera sentencia a más de 10 líderes de la Operación Cóndor dada a conocer el viernes recién pasado por la justicia argentina.
El abogado en entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile, sostuvo que en Brasil los líderes de estos crímenes de violación a los derechos humanos siguen impunes bajo la ley de amnistía que imposibilita llevarlos a tribunales. De este modo, contó como uno de los recién condenados buscó escape en su momento en Brasil.
“En Argentina está el coronel uruguayo Manuel Cordero, este señor se vino para Brasil buscando un espacio para ejercer su impunidad. Nosotros trabajamos cinco años para además de ubicarlo en Brasil, llevar la información a la justicia argentina para que nos pidiera la extradición. Fue una lucha increíble hasta que logramos su extradición y ahora finalmente el 2016 después de 11 años se logra esta condena”.
Krischkle advirtió que los movimientos del aparato represivo brasileño en el marco del Plan Cóndor fueron siempre cuidadosos en el exterior para no dejar rastros. Así dio también de ejemplo al coronel uruguayo Pedro Antonio Mato Narbondo, quien según sus observaciones se ubica en Porto Alegre (Brasil) y está acusado en causas judiciales de diferentes naciones por sus acciones orquestadas que costaron decenas de vidas.
“Desde enero del año pasado denuncié la presencia de un coronel del Ejército uruguayo jubilado, que vive acá tranquilamente y no le molestan para nada. Este coronel figura en una causa en Argentina y en la causa Cóndor de Italia”.
El activista de derechos humanos indicó que hace 15 días en el marco de la amnistía se le dio prisión domiciliaria al coronel Mato Narbondo. De este modo, Krischkle espera que se replique el ejemplo de argentina y la justicia no tarde en llegar para los criminales de regímenes dictatoriales.