Mohamed Abdelaziz, histórico líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), ha muerto este martes a los 68 años debido a una enfermedad pulmonar, probablemente un cáncer. Abdelaziz ostentaba estos cargos desde 1976.
La ocupación por parte del Reino de Marruecos en aquel año de territorio saharui puso en la atención mundial a este pueblo, cuyos integrantes son los habitantes autóctonos del Sahara Occidental. La mayoría habita en la parte del Sahara ocupada por Marruecos, mientras que otros viven exiliados en los campamentos de refugiados en las arenas de Tinduf. Otro tanto se haya en el destierro en países como España, Francia, Mauritania y Mali.
Hoy, la mitad del pueblo saharaui vive en campos de refugiados construidos en mitad del desierto, mientras que otro grupo importante sigue en su territorio original, pero bajo la ocupación marroquí. La ONU considera el Sahara Occidental como el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado.
Durante la segunda mitad del siglo pasado, el colonialismo explícito sufrió importantes derrotas a partir de las luchas de liberación dadas por pueblos de África y América, antes de que la globalización diera paso a formas de hegemonía imperial más sutiles. Desde entonces la lucha del pueblo saharaui se convirtió en un símbolo que ha captado crecientes simpatías en el mundo, tal como ocurre con la situación aún pendiente de Puerto Rico y con la causa palestina.
En febrero, Abdelaziz apareció con aspecto débil en la recepción del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon en un campamento de refugiados en Tinduf, en territorio argelino. Hoy, ante su fallecimiento, las reacciones han surgido espontáneamente. Mohamad Hama, jefe del gabinete del primer ministro saharahui, Abdelkader Taleb Omar, declaró que se trata de una noticia “muy dura”, pero que no influirá en la determinación de proseguir la lucha. “Vamos a seguir luchando. Vamos a seguir persiguiendo nuestro objetivo. Todos somos Mohamed y mañana todos seremos el nombre de nuestro nuevo líder”, afirmó.
En tanto el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, ha decretado este martes ocho días de luto nacional por la muerte del histórico presidente. En España, país que ocupó la tierra saharaui hasta 1976 y que desde entonces ha hecho vista gorda a la irrupción marroquí, el panorama ha oscilado entre el silencio y notas de poco aprecio escritas por los grandes medios de comunicación. La excepción la dio en su cuenta de Twitter el líder del Podemos español, Pablo Iglesias, quien expresó su “cariño y solidaridad con el pueblo saharaui por el fallecimiento de Mohamed Abdelaziz. Que la tierra le sea leve”.
En Chile, Esteban Silva, presidente Asociación Latinoamericana y Chilena de Amistad con la República Arabe Saharaui Democrática, afirmó que “ha partido un gran luchador, uno de los grandes de la lucha no sólo de la causa por la independencia y la autodeterminación del pueblo saharaui, sino que de la causa por la descolonización y la lucha por la justicia de nuestros pueblos”.