Con la necesidad de sumar tres puntos, la selección chilena de fútbol saltará al Foxboro Stadium de Boston para enfrentar al combinado de Bolivia, en un partido donde el técnico Juan Antonio Pizzi se verá en la obligación de realizar modificaciones debido a las lesiones que afectan al conjunto nacional.
Luego de la derrota por dos goles a uno ante la selección de Argentina, quedaron descartados para el duelo ante los bolivianos el lateral Eugenio Mena (quien se perderá todo el campeonato y fue liberado de la convocatoria) y el volante Marcelo Díaz. A ellos se suma la incertidumbre respecto del defensa, Gary Medel, quien presenta molestias en su muslo y será duda hasta última hora.
La selección nacional no dejó una buena sensación en su último partido ante el cuadro de Argentina, ciertas desaplicaciones defensivas, que no han logrado ser subsanadas, derivaron en los goles del cuadro trasandino que tuvo demasiadas facilidades para penetrar el sector derecho de la zaga nacional.
En el partido con Argentina hubo individualidades que estuvieron muy bajo en su nivel. Mauricio Isla se vio lento y falto de reacción, a lo que sumó una escasa participación en las labores de ataque. Gary Medel también estuvo falto de velocidad, mientras que Marcelo Díaz y Charles Aránguiz no estuvieron finos en la salida y tampoco fueron un aporte en el quite.
En la delantera también hubo rendimientos bajos, Jean Beausejour no fue trascendente por el sector izquierdo y Eduardo Vargas naufragó en delantera sin tocar, prácticamente, una pelota. Para el partido de este viernes, “Turbo Man” se quedará en el banco y será Mauricio Pinilla quien ocupe su lugar en la ofensiva.
Otra novedad podría ser la presencia desde el primer minuto de Mark González, quien ocuparía la franja izquierda del ataque, aunque también se especula con la inclusión desde el arranque del delantero del Celta, Fabián Orellana.
La ventaja para nuestro país pasa por el bajo nivel del equipo rival. Si bien Bolivia ha hecho esfuerzos por renovar su plantel todavía se encuentra en un segundo orden dentro del concierto sudamericano por lo que no debería presentar mayores contratiempos.
Por lo mismo el partido asoma como la oportunidad ideal para que el cuadro que dirige Juan Antonio Pizzi pueda, por fin, ordenar sus piezas y dejar atrás los malos ratos pasados con las últimas derrotas del combinado nacional.
La historia favorece a Chile
Si bien cada partido es distinto, en el registro histórico se aprecia una evidente superioridad del equipo chileno sobre el boliviano en partidos oficiales. La selección chilena ha jugado en 39 ocasiones ante los bolivianos, logrando 28 triunfos a favor, siete empates y solo cuatro derrotas.
El primer partido que jugaron ambas selecciones fue el 12 de octubre de 1926, por el Grupo 1 del Campeonato Sudamericano de 1926. Fue un triunfo por 7-1 de los rojos en Santiago.
La victoria número uno del cuadro boliviano fue en 1949, cuando se impusieron por 3-2 en el Campeonato Sudamericano de 1953 en Brasil, sede de aquel torneo. El elenco chileno había encadenado cuatro triunfos consecutivos: al 7-1 de 1926 se sumaron el 5-0 de 1945, el 4-1 del 1946 y el 4-3 del 47.
El último encuentro entre Chile y Bolivia fue en la Copa América 2015. Chocaron por la tercera fecha del Grupo A, donde la “Roja” derrotó a su rival por 5-0, con gran actuación de Charles Aránguiz.
El partido se jugará a partir de las 19 horas la oncena de Chile será con Claudio Bravo en el arco; Isla, Enzo Roco (o Medel), Gonzalo Jara y Beausejour en defensa; Pablo Hernández, Charles Aránguiz y Vidal en mediocampo; Sánchez, Mauricio Pinilla y Fabián Orellana (Mark González) en ofensiva.
Por su parte Bolivia jugará con Carlos Lampe; Erwin Saavedra, Ronald Eguino, Nelson Cabrera, Luis Alberto Gutiérrez, Martin Bejarano; Alejandro Meleá, Wálter Veizaga, Juan Carlos Arce, Martín Smedberg; Yasmani Duk.