Todas las dudas y cuestionamientos de la previa fueron disipados de un plumazo por la mejor versión de la selección chilena desde que Juan Antonio Pizzi se hizo cargo del equipo.
Gracias a actuaciones individuales soberbias de toda la escuadra nacional, las que se reflejaron en lo expresivo del marcador, pero absolutamente ajustado al tràmite del partido, 70 mil personas en el estadio y millones en el mundo pudieron ver el regreso del campeón vigente de América en gloria y majestad.
El festival partió a los 15 minutos con el tapado de la jornada, Edson Puch, devenido en puntero derecho, quien capturó un rebote del portero mexicano Guillermo Ochoa, para poner el 1 a 0.
Luego, cuando el primer tiempo expiraba, fue el turno del goleador de la noche, Eduardo Vargas, quien coronó una gran jugada urdida por Alexis Sánchez. 2 a 0 y al descanso, en lo que sería sólo el inicio de la tromba en que La Roja se convertiría en el segundo tiempo.
A los 50 minutos fue el turno de Alexis Sánchez de inscribirse en el marcador, comenzando a liquidar el partido, que desde el principio mostró a un sólo equipo en la cancha.
Después del tercer tanto, vendría el show personal de Eduardo Vargas, quien se despachó con tres tantos a los 52, 57 y 73 minutos, coronando una noche redonda del oriundo de Renca.
El séptimo y último tanto de la noche fue marcado por quien abrió la ruta del triunfo, Edson Puch, quien con un picotón ante la salida de Ochoa, terminó de enmudecer a los 70 mil mexicanos que repletaron el Levi’s Stadium de Santa Clara, en California.
Quizás la única nota preocupante de esta actuación de La Roja fue la tarjeta amarilla recibida por Arturo Vidal, quien se perderá la semifinal frente a Colombia, sumado a la lesión muscular con la que dejó el campo Marcelo Díaz, la cual deberá evaluarse para saber si podrá estar el próximo miércoles en Chicago, cuando La Roja saldrá a buscar su segunda final en el certamen continental en menos de un año.