Brexit: Criptodivisas contra la inestabilidad

El bien de refugio en la crisis Brexit ha sido básicamente el oro, el yen y los bonos soberanos alemanes, mas los números conocidos en los últimos días respecto de la cotización del “bitcoin” permiten estimar que los inversionistas comienzan a valorar las cualidades de esta moneda digital.

El bien de refugio en la crisis Brexit ha sido básicamente el oro, el yen y los bonos soberanos alemanes, mas los números conocidos en los últimos días respecto de la cotización del “bitcoin” permiten estimar que los inversionistas comienzan a valorar las cualidades de esta moneda digital.

La inestabilidad que atraviesa la Unión Europea, y, en especial, al Reino Unido, tras el referéndum en el que los británicos votaron por salir de la UE, constituye una oportunidad para observar el comportamiento de las divisas fuertes, como dólar, euro, yen o libra (que ha caído más del 10%), y, al mismo tiempo, podría ser un primer punto de inflexión para el dinero ficto, impreso a raudales por los Bancos Centrales, y para la mayor irrupción global del “bitcoin”, la criptodivisa considerada la moneda digital por definición

Si bien, siguiendo la evolución de sus valores, el bien de refugio en la crisis Brexit ha sido básicamente el oro, el yen y los bonos soberanos alemanes, los números conocidos en los últimos días respecto de la cotización del “bitcoin” permiten estimar que los inversionistas comienzan a valorar las cualidades de esta moneda digital, pues, tras 24 horas del Brexit, el bitcoin mostró un alza del 25%, aunque luego bajó, como resultado de que inversionistas quisieron materializar utilidades.

En los hechos, las personas que optan por salvar sus ahorros en el sistema de Bitcoin están aumentando y según el Top 10 de países “más amigables” con el uso de esta criptomoneda -realizado por el equipo de BitCoin.com- la rápida y eficaz innovación generada en algunos países demuestra que el uso de este dinero digital se masifica según los avances tecnológicos y reglas que permiten su uso, canje y compra más fácil.

En efecto, ya son variadas las señales que la moneda virtual llegó para quedarse: En EE.UU., el Departamento del Tesoro clasificó al bitcoin, en 2013, como una moneda virtual descentralizada y convertible. En Dinamarca, las transacciones con bitcoins están libres de impuestos y recientemente una empresa sueca presentó el primer cajero automático en esta moneda, entre otros ejemplos. El curso del Bitcoin aumentó más de 5.000 por ciento en 2013, llegando en la actualidad a alrededor de US$ 600 y quienes se benefician no son sólo especuladores, sino también los fabricantes de computadoras y programas especializados en ella.

Es cierto que el Bitcoin suele tener demanda entre quienes realizan actividades delictivas  -lo que no es poco si se considera el volumen de recursos que mueven las drogas y las armas-, sino también expertos dedicados a trabajos universitarios que, gracias a que utilizan Blockchain (la espina dorsal del protocolo Bitcoin) no dejan rastro de dicha información. Oliver Flaskämper, operador de Bitcoin.de, plataforma de comercio con la moneda digital citado por la DW, explica que el modelo busca “crear una moneda libre, no manipulada por seres humanos. Se basa en leyes matemáticas y está pensada para que se la pueda usar como medio de pago en todo el mundo”.

La ley que rige al Bitcoin es un programa que utiliza el computador de todo aquel que posee Bitcoins y quiere intercambiar con ellos. El software actúa de modo inverso a los usos “políticos” de los bancos centrales y ministerios de finanzas, que siempre pueden imprimir más dinero sin respaldo e impulsar inflación, sea para solventar gastos militares o para salvar a instituciones bancarias, como ha ocurrido antes y durante el Brexit con el Banco Central Europeo, oportunidad en que el valor de las acciones de bancos internacionales relevantes ha caído hasta 20%.

En el programa Bitcoin todo está determinado y nada se puede modificar. Tampoco se puede aumentar la cantidad de Bitcoins. Actualmente hay cerca de 12 millones de Bitcoins en circulación en el mundo, mientras dentro de 10 años serán 20 millones, para luego crecer lentamente hasta un techo de 21 millones. La firma Trace Mayer dijo que, si un 1% del dinero que hay en paraísos fiscales fuera convertido en Bitcoins, el valor de la criptodivisa subiría de sus actuales US$ 600, hasta unos US$ 3 millones. Y como la moneda es una invención de la era de las TIC’s, las transferencias de Bitcoins en la red se pueden realizar en pocos minutos y los usuarios enviar valores a sus bolsas virtuales, sin que los bancos se beneficien de tales transferencias, es decir, tocando el corazón del sistema financiero actual.

Pero que el sistema funcione es tarea de computadoras y de “mineros” digitales. Bitcoin Mining es el proceso a través del cual se generan las Bitcoins. Los “mineros”, que realizan en conjunto hasta 100 mil transferencias diarias, deben garantizar que todo se haga según las reglas. Cada Bitcoin contiene un registro completo de todas las transacciones realizadas con ella desde su origen, por lo que son los ordenadores los que garantizan que el registro esté actualizado. Un “minero” digital puede ganar actualmente hasta 0,5 Bitcoins por día (unos US$ 300).

Las computadoras que se usan para generar Bitcoins cuestan alrededor de 10 mil dólares. Ellas no cuentan con programas de videos, ni juegos, procesadores de textos, ni correo electrónico, pero pueden “excavar” para encontrar Bitcoins. Los llamados Bitcoin-Miner son, pues, ordenadores de alto rendimiento y representan para la fiebre del oro digital lo que el pico y pala para mineros reales que lo buscaban en la California del siglo XIX.

El aumento del valor del Bitcoin, que en 2013 costaba cerca de 10 euros y hoy rodea los 600, aumentó la demanda por estas computadoras especiales: en 2013, la compañía sueca KnCMiner lanzó 2.400 unidades “Neptune”, las que se vendieron en pocos días a cerca de US$ 10 mil cada una. Y en materia de compra de Bitcoins, la firma homónima alemana dijo que en 2013 se negociaron unas 90 mil Bitcoins, lo cual corresponde a 50 millones de euros. Bitcoin.de, gana con cada transacción 1 por ciento, que proviene mitad y mitad del comprador y del vendedor.

Sin embargo, aunque el interés por los bitcoins aumenta en todo el mundo y la búsqueda se concentra en países del norte y asiáticos, cifras de Google Trends reflejan que Latinoamérica está lejos de llegar al nivel del resto. Baidu, el mayor buscador web de China, por ejemplo, ha registrado en los últimos dos años una fuerte alza en los motores de búsqueda para el área bitcoins, según estadísticas de la empresa, motor de búsqueda similar a Google que se ha posicionado, desde julio 2015, como el cuarto más visitado en Internet.

La devaluación del yuan y la desaceleración de la economía china ha inducido a los ciudadanos a transformar el mercado del bitcoin en el más grande para sus intercambios en OKCoin y Houbi, siendo estos últimos los más importantes de la moneda digital. El 2015 fue un año complejo para la economía china, lo que causó desconfianza en usuarios que ahora están optando por el Bitcoin como moneda principal y fuente de ahorros: a mayo pasado, la tasa de bitcoin llegó allí a US$ 681.

En una economía internacional revuelta y líquida, quienes se quieren liberar de la presión de utilizar una sola moneda como dólar o euro y buscan nuevas tendencias que les permitan ahorrar seguro y sin depender de bolsas, mercados, ni bancos, comienzan a ver el nuevo dinero electrónico como posible solución. Y como durante la fiebre del oro en California, la demanda de palas, picos y otras herramientas mostraba el interés por el metal, el aumento en la venta de computadoras y programas especializados en la búsqueda de bitcoins, auguran un mayor auge del dinero digital y el inicio de un sustantivo cambio del principal símbolo de intercambio y poder del sistema capitalista mundial.





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