Se mantiene el debate sobre las consecuencias que tendría el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, TPP, en Chile de ser aprobado una vez que ingrese a discusión legislativa.
Si bien se ha revisado cuáles serían sus implicancias en materia ambiental por la falta de consulta indígena, en el precio de los medicamentos y en los derechos digitales, también podría afectar aspectos del sistema educacional y de pensiones.
Esto, considerando que existirían instancias supranacionales que determinarían el impacto de rentabilidad que generaría cualquier norma establecida por una nación integrante a los capitales extranjeros.
Esta situación podría impactar directamente en las eventuales modificaciones al sistema de AFP, considerando que el 75 por ciento de los fondos pertenecen a tres empresas estadounidenses, Metlife, Cuprum y Habitat. Por lo mismo, habría aún más resistencia para derivar a un sistema mixto de pensiones.
Por otro lado, en materia educacional, si quisiera limitarse el Crédito con Aval del Estado, CAE, habría que mantener la decisión del grupo Laurate International, también capitales estadounidenses, que concentra el 17 por ciento total de este préstamo en sus instituciones de educación, que registró un aumento del 212 por ciento de su matrícula durante los últimos diez años.
Para el economista de Fundación Sol, Marco Kremerman, este acuerdo plantea las mismas “buenas intenciones” que los otros 25 tratados de libre comercio que ha suscrito Chile y no integraría nada nuevo en su capítulo dedicado a materias laborales.
Por lo mismo, explicó el experto, el acuerdo no aseguraría ningún beneficio para terminar con la precarización de los empleos.
“Es lo que se observa en otros tratados de libre comercio que finalmente dicen que se va a respetar las legislaciones laborales de cada país y se va a propiciar que las condiciones sean las mejores, pero son frases no vinculantes en términos concretos. De hecho en el tratado de libre comercio con Estados Unidos también hay un capítulo laboral y medioambiental y plantea las mismas intenciones”, señaló.
Según indicó el director general de Relaciones Económica de la Cancillería, Andrés Rebolledo, en entrevista con algunos medios de prensa, el acuerdo ingresaría en 2017 y no el segundo semestre de este año.
En ese sentido, la vocera de la plataforma Chile mejor Sin TPP, Paulina Acevedo, señaló que no estaría claro su ingreso porque también depende de las elecciones de Estados Unidos donde uno de sus candidatos, Donald Trump, se mostró en contra de este tratado de libre comercio.
“El propio canciller Heraldo Muñoz reconoció que quizás estábamos hablando sobre algo que no se iba a aprobar porque depende de las elecciones de Estados Unidos y la aprobación de Japón, ambos con alto PIB para suscribir el tratado”, sostuvo.
Mientras, el diputado de la Democracia Cristiana, Fuad Chaín, aseguró que no ha habido un debate amplio incluso al interior del mismo Ejecutivo, lo que no aseguraría sus votos en el Congreso.
“Estamos muy preocupados porque es mucho más que un tratado de libre comercio es un sistema de protección de inversiones donde pasamos de gobiernos democráticos nacionales a gobiernos corporativos supranacionales”, precisó.
En el marco de la Cumbre de la Alianza del Pacífico que se desarrolló esta semana en Puerto Varas, la plataforma Chile Mejor Sin TPP solicitó a la presidenta Michelle Bachelet que explicara los beneficios del tratado junto a los mandatarios de México y Perú, también integrantes del acuerdo.
Sin embargo, no hubo ninguna mención sobre la materia en este encuentro que finalizó el viernes.
Por lo mismo, las organizaciones aseguraron que sigue evidenciándose que “este tratado no es nada más que la adhesión a la geopolítica estadounidense y una sesión de soberanía en favor de las multinacionales”.