Alrededor de las 23 horas de este jueves, mientras gran cantidad de personas celebraba un nuevo aniversario del 14 de julio, la Toma de La Bastilla -día nacional de Francia- en Niza, un camión inició una descontrolada carrera por más de dos kilómetros, arrasando con todo a su paso y, de acuerdo a testigos, con su chofer disparando hacia la gente.
El Paseo de Los Ingleses, de la ciudad de la Costa Azul francesa, fue el escenario del segundo atentado más cruento en menos de un año que sufre el país galo, luego del ataque perpetrado por yihadistas pertenecientes al Estado Islámico, el 13 de noviembre pasado cuando 130 personas fueron asesinadas en París, en atentados simultáneos.
Esta vez, fueron casi 80 personas las fallecidas -según cifras de la policía- por la acción del atacante que maniobraba el vehículo pesado, y que quedaron botadas a lo largo del camino que recorrió la máquina, antes de que su conductor fuera abatido por agentes de seguridad. El chofer sería un francés de origen tunecino de 31 años, de acuerdo a los documentos encontrados al interior del camión.
“No se puede negar el carácter terrorista” de este ataque, señaló en cadena nacional el presidente François Hollande, al tiempo que enfatizó en que se reforzarán los ataques a Irak y Siria, territorios en los que tiene su base de operaciones el Estado Islámico.
“Toda Francia está bajo la amenaza del terrorismo islamista”, sostuvo Hollande, vinculando este atentado con grupos yihadistas, a pesar que ningún grupo -hasta ahora- se ha adjudicado el ataque. Además, el mandatario confirmó la presencia de “varios niños” entre las víctimas fatales.
El presidente de Francia determinó extender el estado de emergencia, que regía desde el 13 de noviembre pasado, al menos por tres meses más, y llamó a la reserva operacional para reforzar las fuerzas de seguridad, especialmente en las fronteras.
“Había gente volando por todos lados”
Conforme pasan las horas, nuevos testimonios sobre la situación durante el atentado se conocen, como el de un testigo que entregó su versión a medios televisivos europeos y aseguró que “había gente volando por todos lados”.
“Estábamos al borde del agua y de pronto escuchamos gritos, no entendíamos lo que pasaba. Todo el mundo se giró y entonces vimos un gran camión, como de 35 toneladas, que se tiraba sobre la gente y subía por la acera aplastando a todo el mundo. El camión siguió hasta prácticamente el final del paseo sin parar”, señaló el sobreviviente.
“Hubo una masacre en las calles, había cuerpos por todos lados”, expuso el francés Wassim Bouhlel, también testigo de la masacre, a la agencia AP.
En tanto, el vocero del Ministerio del Interior francés, Pierre Henry Brandet, confirmó que el atacante fue abatido, al mismo tiempo que desmintió algunas informaciones que circulan por redes sociales respecto del atentado: “Las primeras investigaciones están intentando aclarar si el individuo actuó solo o si tuvo cómplices que se hayan dado a la fuga, razón por la que es preferible permanecer en las casas”.
Los habitantes de Niza han comenzado a realizar campañas de solidaridad, entre otras la llamada #PortesOuvertesNice que busca que los nizardos abran sus casas como refugio a quienes viven más lejos del lugar del atentado y que no pueden retornar a sus hogares. Además, algunos taxistas realizaron viajes gratuitos.
Finalmente, autoridades parisinas descartaron que un incendio que se produjo en las cercanías de la Torre Eiffel, estuviera relacionado con un atentado, y confirmaron que se trató de un siniestro originado por unos fuegos artificiales, el que rápidamente fue controlado.
