Tras una ajustadísima victoria en la elección presidencial contra Keiko Fujimori -quien perdió por una diferencia de 40.000 votos-, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), un economista de 77 años, asume la presidencia este 28 de julio.
El ex banquero de Wall Street sucede a Ollanta Humala quien, en su último mensaje a la nación defendió los logros de su administración en materia de inclusión social, anotando que 2,5 millones de peruanos habían salido de la pobreza durante su mandato.
Con una economía sólida -se prevé que el PIB crezca un 4% este año- pero con una alta tasa de informalidad – 70% de los empleos -, el nuevo presidente promete una revolución social que no solo genere empleos sino que provea servicios básicos como agua potable.
Pobreza y desigualdad
Su mayor desafío será reactivar una economía que, si bien no está en recesión, sí está en desaceleración. Diversificar la producción para romper la dependencia de la economía peruana en sus exportaciones mineras es otro desafío, aunque el nuevo presidente no ha puesto mucho énfasis en estos asuntos, indicó Carlos Noriega, corresponsal de RFI en Lima.
La pobreza, que afecta a 1 de cada 5 peruanos y la marcada desigualdad son otros de los problemas que deberá enfrentar PPK. Kuczynski ha adelantado que las cuatro prioridades en el inicio de su gobierno serán la reactivación económica, la inversión social, especialmente en salud, e incrementar el acceso al agua potable, así como enfrentar la creciente seguridad ciudadana y la corrupción.
Pero la composición del parlamento peruano no facilitará las cosas al nuevo presidente. El congreso unicameral peruano está ampliamente dominado por los herederos políticos del ex dictador Alberto Fujimori, encarcelado por crímenes de lesa humanidad.
Minoría oficialista en el Congreso
El oficialismo tiene solamente 18 parlamentarios lo que lo convierte en la segunda minoría detrás del izquierdista frente amplio que tiene 20 congresistas; una situación que no es nueva según Luis Bevanente, politólogo y director de la consultora Vox Populi. “En el Perú nos hemos acostumbrado a gobierno que ejercen su función sin hacer alianza. Todos los gobernantes después del año 2000 han gobernado en minoría”, analiza Benavente.
Sin embargo admite que en este caso existe una minoría oficialista “extrema”.
La buena marcha del mandato de Kuczynski depende en buena parte de los puentes que tenderá con la bancada fujimorista.
“Con la amargura por una derrota electoral que no esperaban, y la frustración por el rechazo al indulto a su encarcelado líder anunciado por el nuevo presidente, el fujimorismo ha asumido una agresiva postura de confrontación contra el nuevo gobierno”, observa el corresponsal de RFI en Perú.
Convergencia neoliberal
Sin embargo, no se descarta que el fujimorismo termine bajando ese tono y coincida en el congreso con el nuevo gobierno en temas económicos. Ambos coinciden en su defensa del modelo neoliberal. Una de las promesas emblemáticas de Kuczynski es la reducción de 18% a 15% del impuesto general a las ventas (IGV).
Algunos analistas consideran que los fujimoristas podrían condicionar su apoyo a PPK a un indulto solicitado por Alberto Fujimori. El nuevo presidente adelantó que no aceptará tal solicitud pero se mostró favorable a promulgar una ley que permita que ciudadanos como Fujimori, de 78 años de edad y de salud deteriorada, puedan cumplir su condena bajo arresto domiciliario.
En los asuntos de democracia o derechos sociales, PPK podría concertar con la izquierda. En este rubro, el nuevo presidente peruano asegura que en el 2021, todos los niños tendrán acceso gratuito a la educación y buscará que la tasa de acceso al agua potable alcance el 100% en siete años.