¿Cómo califica las declaraciones de Nelson Pizarro, quien dijo que en Codelco “no hay un puto peso” y que a raíz de esto los trabajadores lo califiquen como una forma de condicionar la futura negociación colectiva de la cuprífera?
La opinión de Nelson Pizarro, en general, es compartida. Ya lo dijo el gobierno que lo compartía, lo dijo Valdés, lo dijo Eyzaguirre, es algo conocido. Es algo que conocen también las empresas mineras, Sonami se ha referido a esto. Es algo que lo conocen los parlamentarios, y que lo conocen desde hace muchos años. Lamentablemente esto de que “no queda un puto peso” es algo que se sabe, pero es algo que al respecto nadie hace nada. En Codelco dicen que han emanado estudios al Ministerio de Hacienda, pero los sucesivos Ministerios de Hacienda no han hecho nada tampoco en todos los años. Sólo han “estrujado”, como dijo el presidente de la CTC, a Codelco y no han invertido “ni un puto peso” en la minera.
¿Puede explicar la idea que usted sostiene que “se quintuplicaría” el aporte de Codelco al fisco, si la explotación del cobre fuera eminentemente estatal?
La idea detrás de este cálculo, que es un cálculo rápido también, es que sólo si se aumenta la producción de Codelco nacionalizando el cobre, que es factible de hacer, en algunas empresas con la ley que ya existe hoy en día. Pero si uno fuese más ambicioso y quisiera nacionalizar el total de la minería del cobre chilena, fácilmente tendríamos un aumento del 300 por ciento de los ingresos que aporta Codelco; porque Codelco hoy día produce sólo un tercio del cobre chileno. El restante entre triplicar y quintuplicar la producción se explican porque existen estudios que declaran que las mineras privadas subdeclaran su producción, en particular con los subproductos del cobre que son del oro y la plata, que es algo que ellos no declaran en su balance y sus estados de resultados, y son minerales por los que ellos tampoco pagan impuestos. Esto, por ejemplo, ya está demostrado con SQM en el litigio con Corfo, en donde Corfo señala que SQM subdeclara sus productos mineros. Por ende, si Codelco, otra empresa estatal o el Estado toma posesión de los yacimientos que ya son propiedad del Estado, significaría que más que triplicaría la producción, debido a estos subproductos.
Se ha hablado de capitalizar Codelco. Comente acerca del trato diferenciado que usted señala en sus columnas, de Codelco respecto a las mineras privadas, en los términos del uso de sus utilidades, donde señala que Codelco reutiliza una proporción de sus utilidades mucho menor a lo que hacen las empresas. ¿Para qué serviría capitalizar Codelco mediante su propia reinversión y cómo se logra esto?
Lo primero que hay que tener claro es que Codelco es una empresa del Estado. O sea, que es propiedad de todos los chilenos. Codelco da mucha plata para el presupuesto fiscal, plata que se utiliza para salud, para pensiones, para educación, etcétera. Teniendo claro que Codelco es una empresa estatal, y que el restante 70 por ciento de la minería es de explotación de la gran minería privada, uno saca conclusiones de esta diferencia. La primera, es que Codelco es mejor que las privadas en productividad, según un estudio de Clapes-UC, la segunda conclusión es que Codelco declara todos sus subproductos, y eso lo dicen las estadísticas, lo dice un estudio que realizamos en la Cepal hace poco sobre la minería en Chile, Codelco en Chile innova más que las empresas privadas, porque si bien las empresas privadas innovan, lo hacen en el extranjero. Eso no aporta capacidad habilidades innovadoras para el país. Teniendo todos estos antecedentes, uno no se explica por qué Codelco tan maltratada por el Estado, siendo que los privados, la tasa de reinversión de las utilidades en el período 2005-2013, fue de un 54 por ciento y en Codelco sólo fue de un 8 por ciento. Esto qué significa, que el restante 92 por ciento de las utilidades de Codelco fueron retiradas por el Estado, para inversión en distintos ámbitos. Entonces qué ha producido eso, que Codelco no se pueda expandir, que ni siquiera pueda amortizar su gran deuda que tiene, que no pueda recuperar sus equipos que se van deteriorando, y menos que Codelco pueda expandir su producción. Entonces hoy está el peligro inminente que Codelco tenga que retrotraer su nivel de producción desde un tercio que tiene hoy día hasta menos que eso.
Uno de los obstáculos que se presentan es la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras. ¿Cuál es la vía para poder hacerle frente?
Asumiendo que Codelco, y que la minería estatal presenta ventajas comparativas extraordinarias frente a la gran explotación privada que se lleva la renta al extranjero, a diferencia de Codelco, uno se pregunta por qué no se recupera la minería estatal, que según la Constitución es propiedad del Estado, los yacimientos son propiedad del Estado, y sólo están concesionados a la minería privada. Una de las trabas es la Ley Orgánica Constitucional –que increíblemente también es un hijo de José Piñera- que no ha sido modificada en los últimos treinta años. O sea, ni siquiera fue tocada en el período de vuelta a la democracia. Y lo que dice esta ley es que si el Estado quiere expropiar las minas privadas, el Estado tiene que pagar todo el ingreso futuro que tendrían las mineras privadas derivadas de la explotación de los yacimientos, siendo que los yacimientos son de Estado. Lo comparo con un ejemplo, que si un arrendatario arrienda su departamento y para recuperar un departamento que es de él, tuviera que pagarle al arrendador todas las mensualidades de aquí al infinito. Es algo absurdo, porque el departamento es del dueño, igual que las minas son del Estado, entonces por qué deberían pagar a las mineras. Ahora, si hay una salvedad que se puede hacer, que es no expropiar las minas pero sí nacionalizarlas, que son conceptos jurídicos distintos. Hoy en Chile, algunos profesionales están pensando en la opción de nacionalizar las minas para que el Estado tenga más ingresos, porque al Estado lo que le faltan son ingresos. Ya se acabó el súper ciclo de los precios del cobre, y el Estado ya se está quedando sin plata. Entonces no hay plata para Codelco ni hay plata para el Estado, y el Estado va a tener que buscar formas de cómo financiarse. Y eso lo puede hacer a través de una reforma tributaria, o más fácilmente, a través de una nacionalización, que ya se hizo en algún momento en Chile, que ya se hizo en años recientes en Bolivia, en Argentina, que no es nada del otro mundo, hay muchos países que lo hacen, y para eso se necesita, sin duda, voluntad política.
¿Pero, qué riesgos tiene nacionalizar el cobre con el escenario político y económico tan dependiente de inversiones extranjeras y las presiones políticas que eso puede generar?
Hoy día, la dependencia de las inversiones extranjeras en realidad no es tan así como se dice. Nosotros en Cepal elaboramos todos los años el informe de inversión extranjera, que está a cargo de los colegas Giovanni Stumpo y Cecila Plottier, y en ese informe de este año se dice que un tercio de la inversión extranjera que llega a América Latina, en realidad no aporta nada a la formación bruta de capital fijo. Otro dato que se elabora, es que la última década, lo que deja escaso aporte en el país en términos de innovación, de tecnología, de conocimiento, porque como ya lo mencioné, las mineras extranjeras innovan pero lo hacen en Australia, lo hacen en Londres, y no dejan su tecnología en Chile. Más es Codelco quien hace eso. Otro tema es que la inversión que se hace en Chile, es plata chilena también. Los fondos de pensiones, que son muchísima plata, ya están. Ya hay plata para invertir en Chile. Antiguamente se necesitaba la inversión extranjera porque no había dinero. Pero hoy ese dinero ya está, por lo tanto no es necesaria la inversión extranjera directa, y menos necesaria es la inversión extranjera que se hace hoy en día.
Hablando de innovación ¿Cómo se puede abordar la idea de que una vía de poder revitalizar Codelco sea a través del desarrollo de las fundiciones y refinerías?
Con respecto a las fundiciones y refinerías, hay que decir que los crecimientos de los países dependen en gran medida del crecimiento que tenga la manufactura, del crecimiento que tenga la industria de un país, que tiene altos encadenamientos con proveedores, que tiene altos encadenamientos con productores de bienes de consumo. Hay muchos estudios a nivel mundial que señalan esto. Que los países, en general se han desarrollado a través de la industria, de la manufactura. Lo que pasa en Chile es que el cobre no está sirviendo para ese objetivo, para el crecimiento de largo plazo. El cobre sólo se está extrayendo como concentrado, digamos como tierra que se envía al extranjero, que se procesa en el extranjero, y que se industrializa en el extranjero. Por qué no se hace en Chile, porque las fundiciones y las refinerías que existen en Chile, primero, tienen insuficiente capacidad, segundo, porque son ineficientes, muy costosas, porque la mayoría son de propiedad de Codelco y Enami. Cinco de las siete fundiciones que hay son de empresas estatales, y estas fundiciones en general son de los años sesenta o cincuenta, las más antiguas. Entonces, la tecnología es absolutamente obsoleta. Y eso es porque el Estado no invierte en Codelco, el Estado sólo saca los excedentes de Codelco pero no reinvierte nada, no le interesa invertir. Entonces, varios parlamentarios han señalado la necesidad de construir fundiciones y refinerías. Alejandro Guillier ha sido muy claro en ese sentido, quien es miembro de la comisión de Minería y Energía del Senado. Hay estudios de Cochilco, uno que salió hace dos meses que dice que una nueva fundición en Chile es rentable. Hay tesis de los universitarios que dicen que es rentable. Está el financiamiento chino también, ya se ofreció el financiamiento chino, se ofreció la tecnología china, entonces están dadas todas las condiciones. Hay un grupo de expertos que estuvo sesionando varios meses y que entregó un informe a la Presidenta a principios de año y la Presidenta no se ha pronunciado nada respecto a este tema. Entonces hoy dia, cuando tenemos a la economía chilena con una desaceleración brutal, va a seguir este año y el próximo año, es invertir, es hacer una política contra cíclica y para eso no puede tomar las medidas que tomó durante el ciclo de bonanza, tiene que tomar las medidas contrarias, que es invertir, no gastar ni ahorrar. Invertir, eso es.
Entrando en una arena más política ¿Cómo califica el manejo que han tenido los últimos gobiernos, en particular los de la Concertación y el gobierno de Sebastián Piñera, respecto a la empresa?
Los gobiernos del 90 hacia adelante, del retorno a la democracia, en general, incluyendo el gobierno de Piñera, han tenido un trato especialmente poco estratégico, yo diría, con respecto a Codelco. Codelco en décadas anteriores se le solía llamar ‘la viga maestra de la economía’, ‘el sueldo de Chile’, el desarrollo del país estaba basado en los excedentes que daba Codelco. Pero hoy día a Codelco se lo ha dejado en la marginalidad, si uno ve la proporción de cobre que explota Codelco ha bajado desde un sesenta por ciento desde inicios de los noventa, hasta un 33 por ciento en el año 2015. Y eso da cuenta que los excedentes no están quedando en Codelco no están quedando en el país. Y eso yo creo que es hoy día la mayor deuda que tiene el sistema político con una empresa estatal de la magnitud de Codelco.
¿Considera que lo que está ocurriendo con Codelco en estos momentos es una maniobra para propiciar su privatización?
Hay algunas voces que dicen eso desde hace tiempo, pero los intentos de privatizar Codelco siempre han existido y también siempre han sido muy marginales. Hoy día hay algunos que plantean fundamentalmente desde la derecha económica privatizar parcialmente Codelco, que según en mi opinión sería un grave error, porque si se privatiza parcialmente, Codelco tendría más capitales privados, en el entendido que el Estado no quiere capitalizar Codelco, pero también las rentas de esa minería se irían al sector privado y no se irían al sistema público, que es lo que finalmente buscamos nosotros. Hoy día el Estado necesita plata para continuar su política social, para continuar con su plan de desarrollo, para financiar las pensiones, para financiar la educación, entonces sería un contrasentido que se privatice parcialmente Codelco, porque esos recursos nuevos irían en parte a los privados, no al Estado.