“Las delegaciones del gobierno y el ELN hemos acordado instalar el día 27 de octubre en Quito, Ecuador, la mesa pública de conversaciones”, señaló una declaración leída en la Casa Amarilla, sede de la cancillería venezolana, por el jefe de la representación insurgente, Pablo Beltrán.

Previo al inicio de la etapa de negociaciones, el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) -segunda guerrilla colombiana después de las FARC- se comprometió a liberar a dos secuestrados.

“Cada una de las partes hará, a partir de la fecha, otras acciones y dinámicas humanitarias para crear un ambiente favorable para la paz”, añadió el comunicado suscrito por cuatro delegados del gobierno y cinco del ELN.

Una fuente cercana al diálogo indicó a la AFP en Bogotá que esos gestos podrían incluir la liberación de algunos presos de la insurgencia.

Horas antes del anuncio, el ELN entregó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a un hombre identificado como Nelson Alarcón, a quien mantenía secuestrado desde hacía tres meses.

Es el tercer civil liberado por esta guerrilla en las últimas dos semanas. En una alocución televisada, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que ahora la paz “será completa” tras los acuerdos previos con las FARC.

“Fue fundamental que se hubiera iniciado el proceso de liberaciones (de cautivos), de forma que no haya nunca más secuestrados por el ELN en Colombia”, afirmó el mandatario, galardonado la semana pasada con el Premio Nobel de Paz.

La fase exploratoria había ya iniciado hace meses con el apoyo principalmente del gobierno ecuatoriano de Rafael Correa. Pero las acciones bélicas de este grupo se hicieron sentir mientras el pueblo colombiano celebraba el fin de la guerra con las FARC.

Lo que se anuncia hoy es el inicio de la agenda acordada entre el equipo negociador del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, conducido por Frank Pearl, y esta organización guerrillera, liderada por Antonio García.

Esta agenda incluye puntos como la participación de la sociedad civil en el proceso, la justicia transicional, el reconocimiento de las víctimas y la participación política entre otros.

En conversación con Radio Análisis, el profesor de la Universidad de Chile Gilberto Aranda aseguró que tanto el Premio Nobel entregado a Santos, como las conversaciones con el ELN “constituyen una ofensiva por la paz”.

El analista internacional también comentó que esto pondrá presión a quienes votaron por el NO en el acuerdo alcanzado por las FARC, lo que supondrá que en los próximos días se puedan tener noticias respecto al futuro de esas negociaciones. “Uribe está metido como protagonista en este proceso. La pregunta es cuánta influencia tiene en el diálogo”, por lo que el expresidente deberá mostrar sus cartas y propuestas.