Economista mexicano advierte riesgos del TPP para América Latina

Jaime Estay indicó que el acuerdo no resuelve el complejo escenario económico por el que atraviesan los países firmantes. "Se requieren acuerdos verdaderamente multilaterales que se configuren a través de procesos de discusión transparente", dijo.

Jaime Estay indicó que el acuerdo no resuelve el complejo escenario económico por el que atraviesan los países firmantes. "Se requieren acuerdos verdaderamente multilaterales que se configuren a través de procesos de discusión transparente", dijo.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el profesor de la Universidad Autónoma de Puebla en México y coordinador de la Red de Estudios de la Economía Mundial, Jaime Estay, se refirió a las consecuencias de aprobar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).

“Su rasgo característico es ser un acuerdo sumamente ambicioso por los objetivos que pretende lograr en distintas áreas”, señaló el economista respecto a los niveles de liberalización a los que se comprometen los doce países firmantes.

Mientras que sus antecedentes inmediatos responden básicamente a dos factores, explicó: la influencia que pretende profundizar Estados Unidos respecto al avance de la economía china, pero también de la suspensión de varias discusiones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que han permitido configurar este tipo de acuerdos sin regulación. Esto, último referido a la ronda de Doha que desde 2001 ha discutido reformas para liberalizar el comercio mundial, pero frente a las distintas posturas de los 157 países miembros, se mantiene suspendida desde 2012.

Los tres países de América Latina que forman parte del acuerdo, (Chile, Perú y México) son también parte de la Alianza del Pacífico que entró en vigor en 2015. Por lo mismo, estos gobiernos conciben como un “paso natural” avanzar en la ratificación del TPP, siguiendo la misma lógica de apertura extrema de capitales, señaló el especialista.

Para Estay, es fundamental determinar qué criterios y bajo qué mecanismos se están dando estas aperturas del mercado. “En este punto sabemos que es necesario competir de igual a igual, pero en el caso del TPP son economías muy desiguales. Entonces, es más bien cuestionable si efectivamente vamos a ver resultados positivos, no para el conjunto de inversionistas sino para la población de los países involucrados”.

Además es enfático en señalar que este tipo de acuerdos no ayuda a resolver este complejo escenario de desaceleración global. “Se requieren acuerdos verdaderamente multilaterales, que se configuren a través de procesos de discusión transparente y el TPP no cumple con ninguna de estas dos características”, subrayó.

Una de las medidas pendientes, en ese sentido, es discutir y concretar caminos para recuperar la capacidad de gestión social que se ha visto mermada durante los últimos 30 años. De no debatir sobre este punto, se seguirán planteando como alternativas este tipo de acuerdos como el TPP, comentó el profesor.

Respecto a las regulaciones de los organismos internacionales explicó que la OMC tiene una especie de “válvula de escape” que permite que, sin pasar a llevar los compromisos de este organismo, los países puedan firmar acuerdos que no tengan el carácter multilateral e iniciar negociaciones con otros países que no sean miembros de este organismo.
Una de las cláusulas dice relación con que ningún país se vea más favorecido que otro. Lo que no se cumple si se firman acuerdos entre países donde no todos son miembros de la OMC. “Esto ha sido letra muerta. En general, los acuerdos que se han firmado pasan a llevar este tipo de principios y criterios. Prácticamente ningún acuerdo ha llegado a la etapa de revisión final de la OMC. En términos generales, hay una contradicción entre el multilateralismo y los intereses que se imponen a través de estas negociaciones”, detalló el académico.





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