Acostumbrado a las bucólicas calles de París, el personaje de esta narración asume el desafío de abordar un tren rumbo a Alemania, trayecto en el que se detendrá en el paisaje y sus variantes, así como también en la simbólica experiencia que significa cruzar una frontera. Ahí conocerá una nueva cultura, la gente de la localidad de Bad Nauheim y sus costumbres.
Es la síntesis de Regreso, novela inédita del escritor chileno Juan Emar (cuyo nombre civil era Álvaro Yánez Bianchi, 1893-1964), y que ahora es publicada por editorial La pollera, con una portada ilustrada por un dibujo del autor en el que se ve a un hombre atravesado por una espada, quizá como la metáfora de la experiencia del viaje, esa que “traspasa” a quien lo emprende. El original de esta obra fue encontrado entre los diarios de viaje del autor de Miltín 1934, junto a otros dos manuscritos inéditos: Cavilaciones y Amor. El primero de ellos, fechado en 1922, es un personal ejercicio en el que su autor se pone frente a un espejo para interrogarse sobre su lugar en el mundo; escritos en los que además es posible advertir el tono y el estilo de lo expuesto posteriormente en sus Notas de Arte, publicadas en el diario La Nación entre 1923 y 1927. Amor, en tanto, fechada entre 1923 y 1925, exhibe las hebras con las que Emar tejerá toda la obra posterior. En ella, Juan, su personaje principal, da cuenta de su relación amorosa con María, su primer amor, historia que vamos conociendo a través de los papeles, documentos y cartas de Juan, los que son revisados y analizados por otro: una suerte de investigador de la vida y obra del autor.
De esta forma, Regreso indaga en el placer de la vida asociado al viaje, al desplazamiento y descubrimiento de lugares desconocidos, además de un estimulante espacio de reflexión. Relato que concluye esta trilogía de textos inéditos escritos durante su juventud, varios años antes que el resto de su obras más conocidas: Ayer, Un año y Miltín 1934, todas publicadas en 1935. Y dos años después se sumaría el volumen de cuentos Diez, libro que al igual que los anteriores fue ignorado por la crítica literaria de la época, en un ambiente dominado por el criollismo, no supieron qué hacer con esa desconcertante escritura que torcía la simétrica lógica de la ficción imperante, y solo algunos amigos dieron cuenta de la particular propuesta narrativa de Emar. Los lectores tampoco comprendieron su constante puesta en duda de las reglas presente en sus obras, considerándolo un autor poco creíble para un público aficionado a la realidad inofensiva de las novelas de la “chilenidad”. Frente a la institución nacional de “la ley del hielo”, Emar se sintió decepcionado, pero siguió escribiendo; prefirió recluirse, alejarse de la vida social y volcarse de lleno a la escritura silenciosa, al margen del barullo de la escena literaria. Así comienza a dar forma a Umbral, esa compleja trama con soporte biográfico en la que trabajaría con pasión, con vocación casi monacal, hasta su muerte ocurrida en 1964. Hasta que recién en 1996 el Centro de Investigación Diego Barros Arana, de la Biblioteca Nacional de Chile, se atrevió a publicar las más de cuatro mil páginas de su monumental novela.
Regreso se presenta este viernes 4 de noviembre, a las 17:30 horas, en la Sala Camilo Mori de la Estación Mapocho en el marco de FILSA 2016.
Regreso
Juan Emar
Editorial La Pollera, 88 páginas.