Las últimas proyecciones advierten que el número de fallecidos por accidentes de tránsito en 2016 pueden superar los mil 600, índices de un fenómeno sostenido que no era tan elevado desde 2008.
La preocupación no solo está centrada en las cifras, también en las medidas permanentes con las que se intenta reducir el número de accidentes.
Uno de los desafíos del ministerio de Transportes es mejorar la seguridad vial para reducir la cantidad de accidentes y fallecidos en un 20 por ciento para 2020.
Si comparamos la experiencia de otros países, por ejemplo, se pueden ver oficinas nacionales y no comunales como en Chile, encargadas de instruir a los conductores principiantes, tomándose en cuenta las condiciones geográficas y climatológicas de los diferentes territorios.
Asimismo, es posible distinguir que algunas naciones han creado superintendencias de Transporte encargadas de la inspección, vigilancia y control del cumplimiento de políticas públicas y normas, o han elevado las exigencias para el acceso permisos de conducir.
Pese a que en Chile se han promulgado iniciativas como la Ley de Tolerancia Cero y la denominada Ley Emilia, la deuda sigue siendo la educación.
En entrevista con Radio y Diario de la Universidad de Chile, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, Gabriela Rosende, indicó que sin educación, no habrá un cambio en la cultura vial.
“La velocidad excesiva e imprudente cobra aproximadamente el 30 por ciento de los fallecidos en el tránsito y también son significativas las imprudencias en la conducción. Esto debe ir acompañado no solo de sanciones más duras, la fiscalización que se incrementa permanentemente y que cada uno de nosotros asumamos la responsabilidad que tenemos en los desplazamientos”.
La representante de Conaset también apostó por un proyecto de ley que crearía un Centro Automatizado del Tratamiento de Infracciones. Normativa que “vendría a reinstalar lo que en algún momento se denominó los foto radares, con el fin de implementar tecnología que pueda complementar la fiscalización humana que hoy se realiza por Carabineros”.
El problema, según indica el presidente de la Comisión de Transporte y Telecomunicaciones del Senado, Manuel Antonio Matta, es que la institución no cuenta con la dotación para fiscalizar todo lo que ocurre en materia vial: “Es incapaz de controlar automovilistas en estado de ebriedad u otros que simplemente creen que las carreteras son de ellos y no calculan su velocidad”.
El DC insistió en la importancia de “conocer y educarse en las normas del tránsito profundamente”.
En esa línea, el senador se inclinó por iniciativas que instalen la educación de tránsito obligatoria en los colegios y universidades, y fomenten mayores campañas comunicacionales masivas de enseñanza de seguridad vial.