Más de tres meses han pasado desde el anuncio presidencial que cerró de forma temprana la posibilidad de un sistema de pensiones de reparto. En aquellos tiempos, el movimiento contra las AFP comenzaba a hacerse notar y demandaba un gesto del Gobierno. La respuesta del Ejecutivo fue aumentar en un 5 por ciento la cotización obligatoria con costo al empleador.
Si bien no fue una medida aplaudida por el movimiento ciudadano, que ha seguido manifestándose en contra del sistema y las medidas del Gobierno, en La Moneda ya ha comenzado el trabajo para poder implementar ese 5 por ciento de cotización adicional.
La discusión se centra en los plazos de implementación y la proporción del destino de esos fondos, entre lo que corresponderá al pilar solidario y a las cuentas individuales de capitalización.
Según han señalado cercanos a este trabajo, se ha planteado la idea de parcelar el aumento de cotización en un plazo que, por lo bajo, demorará cinco años, de manera de no afectar al empleo. Además, que al menos un porcentaje de lo que aumentará la cotización, sean destinados íntegramente al pilar solidario. Las primeras propuestas apuntan a que al menos el 1 por ciento de lo que aumentará la cotización se destine a aquel fondo de ayuda.
Para poder saber detalles, Diario y Radio Universidad de Chile intentó comunicarse con el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, quien dirige este proceso técnico y político. Sin embargo, declinó referirse al tema.
Por su parte el vocero de la coordinadora No + AFP, Luis Mesina, indicó que la propuesta del Gobierno es absurda y que no atiende en lo más mínimo la demanda que el movimiento ciudadano ha planteado.
“Nosotros hemos dicho permanentemente que la propuesta del Gobierno de un 5 por ciento gradual en diez años, es una propuesta totalmente inconsistente. No resuelve el problema de la demanda que estamos haciendo hace tanto tiempo. Y lo más grave es que aún no tiene claro cómo va a distribuir ese 5 por ciento de aporte patronal. Toda vez que las AFP y los dueños del gran empresariado están señalando que hay que hacerlo a través de la cuenta de capitalización individual, lo que significa de una y otra forma seguir distrayendo recursos de los trabajadores para que las AFP cuenten con más recursos para los grandes grupos económicos”.
El dirigente acotó que no hay forma que las personas que estén prontas a jubilar reciban beneficio alguno con esta modalidad, entendiendo que son las personas que no pueden esperar demasiado tiempo para el cambio y la mejoría de sus jubilaciones. La idea de inutilidad que tiene la medida para los próximos a jubilarse, la comparte el economista y ex miembro de la comisión Bravo, Andras Uthoff.
“Lo que a ellos más les conviene es que si tienen bajas pensiones, y eso va al pilar solidario, que ese pilar le tienda a mejorar las pensiones que van a recibir. Pero si va a ser un 1 por ciento, o de a poquito y están prontos a jubilarse no les va a producir grandes diferencias, para nada. Más que nada, incrementar la cotización va a afectar al que va a vivir casi toda la vida activa cotizando. Si a mi me incrementan la cotización los últimos años no me afecta en nada”.
Andras Uthoff agregó que en el caso ideal de una persona que cotice de forma ininterrumpida toda su vida, a lo más aspirará a aumentar en un 50 por ciento su pensión.
A juicio de la investigadora de la Fundación Sol Karina Narbona la base del problema parte del objetivo real que tiene el sistema actual, que no se enfoca en dar pensiones dignas, sino capitalizar al empresariado. “Estos cambios no hacen más que oxigenar un sistema que ya está descompuesto en su base, que a todas luces ha demostrado que no se orienta a dar pensiones, sino que finalmente tiene una orientación de financiamiento de los grandes capitales en Chile”, indicó.
La investigadora agregó que la propuesta del Gobierno es la continuidad de lo que denominó “economía de casino”, donde no se tiene certeza acerca de los resultados de la contribución que cada trabajador al sistema.
“Somos muy críticos de este modelo, creemos que no da para más. No es posible seguir estirando un modelo que se sostiene en principios que son del todo riesgosos y que son opuestos a la seguridad social. Esto funciona bajo una economía de casino, en el que para los ciudadanos no hay seguridad. Solamente hay seguridad en cuarto a la contribución, yo sé lo que voy a contribuir, pero nunca sé con cuánto me voy a retirar, cuál es la tasa de reemplazo esperada”.
Por su parte, Luis Mesina agregó que los efectos de estas medidas serían visibles recién en cuarenta años más, si se plantea con la gradualidad que ha anunciado el Gobierno, aun así con resultados acotados.
“No es una propuesta que resuelve el problema ahora. Recién el año 2027 se terminaría de aportar ese 5 por ciento gradual. A partir de ahí hay que contar 30 años más (para que entren en pago las pensiones de quienes cotizaron íntegramente con el porcentaje extra). Es decir, estamos hablando después del año 2057. Por lo tanto, la gran mayoría de los trabajadores que ya están laborando no van a alcanzar a ser beneficiados por esta propuesta”.
Para Andras Uthoff el modelo presentado por el Gobierno tampoco satisface las carencias del actual sistema, e incluso postula que sólo profundiza la estructura actual, de acuerdo con la decisión gubernamental de disponer la menor cantidad de recursos posibles.
“Lo que pasa es lo siguiente: que las pensiones son hoy día malas, y si no se hace algo luego van a seguir malas muchos años. Y sencillamente mejorar un 1 por ciento para solidaridad no es lo que va a lograr en lo inmediato. Es más bien restringirse a la restricción presupuestaria y al ajuste van a ser nuevamente la calidad de las pensiones. Es más bien respetar lo que dice Hacienda, de que no hay plata, y hacerlo con el mínimo costo financiero y con el máximo costo social”.
En línea con la idea planteada por el economista, el vocero de No + AFP, Luis Mesina, indicó que lo más trágico de esta propuesta es que perpetúa un modelo agotado. Frente a eso, indicó que la coordinadora presentará este próximo lunes 28 de noviembre una propuesta de modelo enfocada en un modelo de seguridad social tripartito.