Una semana después del anuncio del líder de la revolución cubana, las cenizas de Fidel Castro llegaron a Santiago de Cuba. El recorrido que se inició en La Habana hasta el oriente del país, permitió que miles de compatriotas despidieran el cortejo fúnebre, mientras se reeditaba en sentido inverso el itinerario de la Caravana de la Libertad en enero de 1959.

El sábado, último día de homenajes públicos, la Plaza Mayor General Antonio Maceo mostraba una multitudinaria convocatoria. Ahí, su hermano, Raúl, actual presidente de la mayor de las Antillas, pronunció el último discurso de despedida:

“Desde que se conoció, ya tarde en la noche del 25 de noviembre, la noticia del deceso del líder histórico de la Revolución Cubana, el dolor y la tristeza se adueñaron del pueblo que, profundamente conmovido por su irreparable pérdida física, demostró entereza, convicción patriótica, disciplina y madurez al acudir de forma masiva a las actividades de homenaje organizadas y hacer suyo el juramento de fidelidad al concepto de Revolución, expuesto por Fidel el Primero de Mayo del año 2000. Entre los días 28 y 29 de noviembre millones de compatriotas estamparon sus firmas en respaldo a la Revolución.

En medio del dolor de estas jornadas nos hemos sentido reconfortados y orgullosos, una vez más, por la impresionante reacción de los niños y jóvenes cubanos, que reafirman sus disposición a ser fieles continuadores de los ideales del líder de la Revolución.

En nombre de nuestro pueblo, del Partido, el Estado, el Gobierno y de los familiares reitero el agradecimiento más profundo por las incontables muestras de afecto y respeto a Fidel, sus ideas y su obra, que continúan llegando desde todos los confines del planeta”.

Entre los presentes figuraron aliados incondicionales de Cuba como los mandatarios Nicolás Maduro, el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega., así como el congolés Denis Sassou Nguesso y los ex presidentes brasileños Luiz Inacio “Lula” da Silva y Dilma Rousseff.

“Ante los restos de Fidel (…) juramos defender la patria y el socialismo”, declaró emocionado Raúl Castro, para luego gritar “Fidel, Fidel! Hasta la victoria siempre”.

Durante este último homenaje de masas, los cubanos entonaban “Yo soy Fidel”, entre lágrimas, banderas cubanas y fotos del comandante fallecido el pasado 25 de noviembre

Este domingo, sus cenizas fueron depositadas en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, Monumento Nacional, por el valor histórico, arquitectónico y cultural que atesora. En él se llevó a cabo una solemne y privada ceremonia que, además de su familia, contó con personas especialmente invitadas a la despedida final del Comandante en Jefe de la Revolución.

*Imágenes: RFI.