Alfonso Prat-Gay se va, como por así decirlo, por la puerta de atrás del gobierno de Macri. En plenas vacaciones de verano en el hemisferio sur y justo después de Navidad. Un relevo que el gobierno argentino ha explicado aduciendo “un tema de diferencias políticas”, pero que para algunos expertos implica un golpe de mesa presidencial.
El reemplazo de Prat-Gay no “implica un cambio en los objetivos de la política económica, tampoco en la modalidad. Es un cambio en el equipo que va a llevar adelante la visión del presidente”, dijo a RFI el consultor político Sergio Berenstein.
A eso agrega que el balance del, hasta ayer, ministro de Hacienda no era el mejor: “el desgaste del ministro Prat-Gay se fue incrementando en el segundo semestre. Él había prometido que la economía se iba a recuperar rápidamente, esto no ocurrió”.
Lo cierto es que la economía argentina lleva acumulando un derrumbe de 2,4% en lo que va del año, a lo que se suma una inflación anual del 40% que ha provocado una fuerte caída del poder adquisitivo de los salarios y del consumo.
Pero lejos de cambiar de estrategia, Macri quiere seguir con su proyecto económico de recuperar las cifras, controlando la inflación de manera gradual.
Desde ahora la cartera de Hacienda queda dividida en dos ministerios a cargo de los economistas Luis Caputo y Nicolás Dujovne. “Caputo fue, en el plano operativo, el negociador con los holdouts –también conocidos como fondos buitre- y la colocación de deuda por parte del gobierno nacional el 2016 y por todo lo que dicen los expertos lo hizo de manera impecable. Dujovne es un economista que viene del sector privado, especializado en portafolios, mesa de dinero, etc”, explica el economista argentino Juan Carlos de Pablo.
En la práctica las decisiones económicas pasan por la luz verde de siete ministerios, aunque serán Caputo y Dujovne los que pongan en marcha las directrices de Macri. “Uno de los principales objetivos de Dujovne va a ser, seguramente, una reforma tributaria integral, incluyendo la seguridad social y esto va a ser un debate para los próximos dos años, luego de las elecciones de mitad de mandato”, agrega el consultor político Sergio Berenstein.
Un desafío importante teniendo en cuenta el calendario electoral que se le avecina al gobierno argentino. Primera cita: las elecciones de mitad de mandato en las que Mauricio Macri se juega el obtener una mayoría parlamentaria.