Luego de la reciente aprobación de la ley que permitirá la elección de gobernador regional, el diputado David Sandoval señaló que la iniciativa “no satisface plenamente el objetivo de las regiones”.

Al respecto, Sandoval dijo que si bien la instancia es un avance “los regionalistas no estamos completamente satisfechos”, señalando que primero se debió haber aprobado “una ley de transferencia de competencia y funciones para saber qué va a hacer este gobernador electo”, recordando que sobre este último punto se centró gran parte de la discusión política.

En esa línea, el parlamentario precisó algunos detalles de lo que será la nueva figura regional. “Habrá dos autoridades: el gobernador regional con su consejo regional, con sus seis divisiones; y un delegado presidencial, con todos los seremis, todos los directores regionales, y si más encima estamos en una emergencia, las fuerzas armadas y las fuerzas de orden. Esa es la diferencia. Por eso hablamos de este monstruo de dos cabezas”, sentenció.

Por lo mismo, el diputado Sandoval cree que “perdimos la oportunidad de tener una verdadera reforma a la regionalización del país, como dijo en su momento el ex ministro Rodrigo Peñailillo, cosa que sin duda va a pasar en unos cuarenta años más, porque sabemos las dificultades que tiene el centralismo para traspasar a las regiones el poder”.

Centralismo

Para el legislador, la visión centralista que existe en nuestro país queda de manifiesto con lo que sucede en la zona austral, la cual aún no cuenta con un camino que la una con el resto de Chile. “Somos menos del 2% de la población del país y aportamos menos del 2% a Producto Interno Bruto (PIB), y la causa es que este Estado centralista e irresponsable no ha sido capaz de conectar a su propio territorio con el resto del país”, señaló.

En ese sentido, recordó que Palena, Aysén y Magallanes, representa más de un tercio de la superficie de Chile Continental y por lo tanto, esta falta de conectividad “es una de las grandes cadenas que hemos tenido que arrastrar para incorporarnos plenamente al desarrollo”.

Esta falta de una ruta, es a su juicio, “consecuencia de esta visión centralista de este país que ve, probablemente, a Santiago y dos o tres ciudades como los centros neurálgicos del desarrollo”.

*El Divisadero.