Mario Aguilar (55) no se identifica ni con la derecha tradicional chilena ni con los partidos de la Nueva Mayoría. Su militancia ligada históricamente al Partido Humanista refleja una postura crítica con la gestión que durante 10 años encabezó Jaime Gajardo al interior del Colegio de Profesores.
En noviembre pasado, el dirigente, quien también es profesor de Educación Física de la Universidad de Chile, se impuso en las elecciones del gremio con el 66, 54 de los votos, representando a la lista “Disidentes Unidos”. De esta manera, el Magisterio dio paso a una nueva administración que pretende articularse de manera participativa con los docentes y con los movimientos sociales.
“Tenemos un programa que hemos comprometido. Sabemos que es ambicioso, que propone cambios muy de fondo al interior de la organización, pero también que va a impulsar transformaciones en la educación chilena. Sabemos que es una tarea difícil, pero estamos decididos a cometerla. Nuestro programa es nuestra carta de navegación y es nuestra obligación implementarlo”, dijo este lunes durante su investidura como líder del gremio que liderará hasta 2020.
Añadió que poseen, como profesores, un rol vital en la marcha de la educación:”Somos quienes tenemos que levantar propuestas pedagógicas; somos quienes tenemos que levantar la voz de expertos, porque aquí vamos a reivindicar el papel de profesionales de la educación. No hay ninguna otra profesión que pueda saber más de educación que nosotros”.
Los pilares de la disidencia
Durante la administración de Aguilar tres serán los pilares fundamentales: transparencia, democracia y participación.
Según su programa se discutirán nuevos estatutos, a la vez que se generará una postura crítica respecto de los incumplimientos del Gobierno y la clase política en materia de educación.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile comentó que “este programa establece que este directorio va a actuar en plena autonomía respecto de las autoridades. También dice que vamos a realizar un congreso pedagógico que permita que el profesorado de Chile, desde sus bases, establezca la concepción de educación con la que quiere trabajar”.
Ustedes fueron bastante críticos respecto de la administración de Gajardo. ¿En qué se fundamentaba ese diagnóstico?
El diagnóstico nuestro señala que el manejo del gremio de tipo popular, más bien concentrado en las decisiones sólo en las dirigencias, es un estilo que está obsoleto. Eso es lo que hizo crisis en el período anterior. Son concepciones distintas. Una concepción donde se asume que la dirigencia tiene el rol conductor y el resto de la masa, porque se usa la palabra masa para dirigirse a la base del profesorado, debe seguir lo que se conduce desde arriba. Nosotros tenemos una concepción muy distinta y eso es lo que pretendemos cambiar al creer que la base del profesorado es la que debe determinar la línea y la dirigencia implementar esa postura. Eso implica una democracia mucho más directa, con consulta permanente a la base, con decisiones que se toman con consultas vinculantes. Ahora, sobre los manejos administrativos, haremos una auditoría para saber el estado del gremio: Queremos que esta gestión sea más transparente en términos financieros y administrativos.
En su momento también cuestionaron los encasillamientos otorgados en el marco de la Carrera Docente. ¿Tomarán medidas al respecto?
Cuando salió el resultado de la Carrera Docente lo que dijimos fue que había una situación de publicidad engañosa cuando el Ministerio y la antigua administración hablaban de montos de reajuste del 30 por ciento para los profesores, lo que no es real, porque son muy diversos dependiendo del tramo donde está el docente. Entonces, quienes van a tener ajustes significativos son el 5 por ciento de los docentes, que son los que están en los tramos más altos de los encasillamientos que se hicieron. Siempre dijimos que esas cifras eran engañosas, porque presentaban como universal algo que estaba reducido a muy pocos docentes. Pero nuestras críticas a la Carrera Docente son más de fondo. Su estructura es competitiva, individualista. Nosotros vamos a exponer estas críticas al Ministerio. Fundamentadamente vamos a explicar por qué estamos en desacuerdo con esta Carrera. Esperamos que el Mineduc nos escuche y se puedan propiciar cambios. Si esos cambios que planteamos no son escuchados, obviamente tendremos que ver otras formas de presionar por una Carrera Docente como la que el profesorado necesita.
¿Cuál es la postura de esta nueva administración sobre el Sistema de Evaluación Docente?
Nos parece absurdo que persista una Evaluación Docente siendo que la Carrera Docente establece formas de evaluación y, por lo tanto, lo que se está haciendo es aumentar el agobio con doble sistema de evaluación y nosotros vamos a plantear que eso debe corregirse.
¿De qué manera incluirán la demanda por la restauración de la deuda histórica del gremio?
Con el tiempo, la llamada deuda histórica se ha convertido en una deuda con todos los profesores. Este directorio no va a permitir que se sepulte un tema que para nosotros tiene una tremenda carga. Le vamos a decir a nuestros colegas que vamos a seguir luchando por una respuesta y una justicia por la deuda histórica. Para que algún día exista un Gobierno decente que haga justicia y otorgue la reparación que corresponde.
¿De qué manera plantearán sus demandas a los futuros candidatos presidenciales?
A nosotros como gremio no nos corresponde alinearnos con una candidatura en específico, pero si nos corresponde exponer a los candidatos las demandas del gremio y pedirles respuestas. Eso como gremio. En lo particular, como ciudadano, no creo que de parte del duopolio vengan las respuestas a los cambios de fondo que necesita nuestro país.
¿Cómo se va a vincular el Magisterio con el movimiento estudiantil?
Vamos a privilegiar la relación y la pertenencia al movimiento social. Hemos dicho que nuestra alianza primera es con el movimiento social, partiendo por educación. En ese sentido, estudiantes, rectores, académicos, asistentes de la educación y funcionarios del Mineduc y la Junji. Nuestro objetivo es fortalecer ese movimiento social, que recobre la fuerza que ha tendido a perder, pero también queremos privilegiar la organización con otros actores del movimiento social. Este es un tema que tenemos que ratificar en asamblea nacional, pero vamos a proponer nuestra integración plena y decidida al movimiento No + AFP, porque creemos que es una organización que toca un tema transversal a todo el país y porque los profesores somos los principales afectados por el robo y la estafa que hoy es el sistema previsional chileno.
¿Cómo se van a integrar al debate de la gratuidad en la educación superior?
No es un tema que nos toque directamente, pero sí, como movimiento social por la educación y como ciudadanos. Ciertamente la demanda que nosotros respaldamos es una demanda que tiene un profundo sentido ético y que tiene que ver con que la educación debe ser entendida como un derecho. En esencia el concepto de educación pagada es inmoral. La gratuidad nos parece que es una demanda absolutamente lógica y cuestionamos que el Gobierno llegara al poder comprometiendo la gratuidad para la educación superior y, según todas las señales que son bastante evidentes, no se van a cumplir. Nos parece que este actuar de la clase política, donde promete en campaña y después sin pudor alguno desestima las promesas y hacen algo completamente distintos a lo prometido, no es aceptado. Este Gobierno prometió al país gratuidad para la educación superior y, en ese sentido, estamos con los estudiantes y los rectores y solidarizamos con ellos, porque nos parece que las promesas se deben cumplir.