Camilo Escalona quiere volver al Senado, por eso se ha desplegado durante meses por la Undésima región, zona a la que trata de representar en la Cámara Alta desde marzo próximo.
Desde allá comentó la situación por la que atraviesa la Nueva Mayoría y el gobierno luego que Cuba prohibiera la entrada de Mariana Aylwin para participar de un homenaje a su padre y expresidente de Chile que iba a ser organizado por la familia del disidente Oswaldo Payá.
El socialista calificó de crítica la situación y en conversación con El Mercurio recordó la década de los sesenta, donde la Democracia Cristiana y la izquierda rompieron relaciones, abriendo paso al desastre de 1973.
“En el centro del quiebre histórico estuvo la relación con Cuba. Hay que enfriar la cabeza, porque no podemos volver a 50 años atrás. Esta experiencia ya la vivimos: una confrontación entre un proyecto democratacristiano que levantó la idea de la revolución y libertad, y un proyecto de la izquierda, que levantó la idea de la vida chilena en democracia, pluralismo y libertad. Se confrontaron enceguecidamente, y la ausencia de frialdad y el exceso de pasión condujeron a que se abriera la puerta para un desenlace catastrófico par ala democracia chilena en 1973”.
Escalona aseguró que el actual conflicto en el bloque de gobierno podría afectar la estabilidad democrática, al golpear definitivamente la capacidad del Gobierno de dirigir al país. “El Gobierno no puede prescindir de la base de apoyo que lo sustenta, y para eso llamo a la buena voluntad, aquella que se derrochó a raudales en la segunda mitad de los ochenta”.
Para el ex senador, el punto de tensión es tal que “la cuerda se está estirando a tal punto, que se puede cortar, y cuando ya se haya cortado no habrá más que lamentaciones.
También se refirió a la postura que por estos días define la DC. Acudir a la primaria con un candidato fuera del bloque es algo que puede conducir a la derrota. “Naturalmente que la tentación de cada cual, bailar su propio baile, se dibuja en el horizonte, pero si cada cual baila su propio baile, de lo que estoy seguro es que no será un ballet de espectáculo”.