Felipe Kast: "No veo que los nuevos liderazgos izquierda tengan algo distinto que proponer"

El diputado y candidato presidencial de Evópoli centra su discurso en la necesidad de construir un nuevo relato para la centro derecha. En ese sentido, dice que quiere ganarle a Sebastián Piñera con ideas, y no "patéandolo en el suelo" cuando es criticado por sus vínculos político-empresariales y el investigado aprovechamiento de esta condición.

El diputado y candidato presidencial de Evópoli centra su discurso en la necesidad de construir un nuevo relato para la centro derecha. En ese sentido, dice que quiere ganarle a Sebastián Piñera con ideas, y no "patéandolo en el suelo" cuando es criticado por sus vínculos político-empresariales y el investigado aprovechamiento de esta condición.

El candidato presidencial de Evópoli, Felipe Kast, conversó con Fresia Soltof y Alejandra Becerra, conductoras del programa Gente al Día. El también diputado se refirió a la carrera presidencial, el rol de la centro derecha, los vínculos empresariales de Sebastián Piñera y el conflicto entre la DC y el PC en la Nueva Mayoría.

En su opinión, es fundamental poder trabajar de cara a la construcción de un nuevo relato político en la derecha. La modernización del discurso y un verdadero espacio para las ideas liberales, son parte del desafío que enfrentan en año electoral.

¿Por qué estudiar en Cuba?

Junto con un grupo de amigos fuimos a Cuba cuando el Papa fue por primera vez. Yo estudiaba Economía en la Católica. Allá había un sacerdote, él nos preguntó cómo funcionábamos en materia de campamentos y misiones, actividades sociales.

Nos pidió llevar eso a La Habana. Eso hicimos. Congelamos, nos embarcamos a la Isla con esa agenda. Allá estudié historia marxista. Era el único extranjero. Me cobraron 600 dólares por semestre y fue una gran experiencia en lo profesional y personal.

¿En su vida, el tema político siempre fue importante?, pensando que su papá fue un dirigente político. 

En lo personal. por un lado, es muy difícil que un papá no esté, pero te da libertad, porque como hijo puedes elegir quedarte con lo mejor de él. En ese sentido, creo que es más fácil que para quienes tienen un padre político presente que siempre te está mirando.

Creo que a mi padre le habría encantado mi vocación, pero no sé.

Ahora, no solo él me vincula a la política. Soy también hijo de Javier Echeverri, un hombre de izquierda. Por eso, el tema de los DDHH siempre ha estado presente en mi historia.

¿Cómo se conjuga eso: un padre biológico que trabajó en la dictadura y, luego, otro que es más cercano a la izquierda? 

Hay que ver luces y sombras sin complejo. En la dictadura hubo cosas horrorosas. Mi padre (Miguel), incluso, le planteó a mi abuela que si algún día le pasaba algo, podía ser Manuel Contreras.

Desde niño tuve claridad de lo que pasó en DDHH. Esa mixtura, menos polarizada, menos de negación,el estar confrontado, creo que es parte de las ganancias que tiene Evópoli: Mirar sin complejo para atrás y no tener que seguir con la lógica del sí y el no, donde parece que compramos paquetes completos de uno u otro lado.

Por eso, esperaría de las nuevas generaciones una capacidad de evolucionar y no siempre mirar al pasado como referente. Eso hacemos con mi candidatura, con el proyecto político que cree que la centro derecha en Chile tiene que ser distinta a lo que ha sido en el pasado.

Fue ministro de Desarrollo Social, siempre ha estado ligado a ese mundo, ¿esto de dónde viene, de su padre?

Hay mucho de eso.

¿Usted habla de una grabación que su padre dejó antes de morir?

Sí. En un cassette nos contó su historia, Nació muy pobre, al final le pegaron el palo al gato con el Bavaria, recién ahí les fue bien. Mi papá trabajó mucho, después fue economista y estuvo siempre muy preocupado de la pobreza. Murió muy joven, a los .34 años, después se funda la fundación Miguel Kast.

En esa línea, en la preocupación por lo social, yo me dediqué a la academia, hasta que llegó el momento de ser ministro a los 32 años. Como no nos sentimos muy representados por la oferta de la derecha, con seis ex ministros nos fuimos, hicimos un centro de estudios -Horizontal- y, desde ahí, nos constituimos en partido, para hacer verdad esos pensamientos.

¿Cómo ve a los candidatos de recambio como Jackson, Boric, entre otros?

Habría esperado de ellos algo más moderno y que no solo se aferraran a la figura de Allende. Esperaba una izquierda nueva, alguien que entendiera que la gratuidad hoy es un problema y, por ejemplo, que plantearla para los más ricos es un pecado si tenemos los problemas que tenemos como en el Sename.

Hoy veo mucha negación de cosas, pontificado de diferencias, pero no veo algo distinto, ni siquiera en educación. En este tema, no se combate la desigualdad si no es en la primera infancia. Yo estoy de acuerdo que es inaceptable que alguien no vaya a la universidad por plata. pero planteó que hay que hacerlo con un sistema solidario, donde nadie paga mientras estudia, pero si te va bien, pagas los próximos diez años para ayudar a los otros. En Evópoli sostenemos que la cuna no debe determinar quiénes somos.

Mariana Aylwin y la prohibición de ingreso a Cuba

¿Qué le parece lo que pasa en torno al tema de Mariana Aylwin?

Da cuenta de que en Chile nos falta mucho por evolucionar. Que hoy, después de una dictadura, aun no se aúnen los discursos en torno de los derechos humanos, el libre movimiento y las libertades personales, habla mal de nosotros. Por ejemplo, la presidenta no dijo una palabra para condenar el hecho.

Del PC, ellos tienen posturas medievales. Es como si en la derecha alguien dijera que en el gobierno de Pinochet no hubo violaciones a los DDHH.

Por eso, lo que le pasó Mariana Aylwin es inaceptable. Es parecido a lo que me ocurrió a mi cuando fui a acompañar a las damas de blanco, marché con ellas y me detuvieron.

¿Cómo va a afectar esto en la Nueva Mayoría?

No los va a afectar en nada, porque muchos de los miembros de la DC van a privilegiar sus cargos en el gobierno, y le exigirán a sus dirigentes que Carolina Goic abrace a Guillier y se sume a la primaria del bloque.

Por eso el PC dijo lo que dijo, por eso Guillier dio la declaración que dio.

Piñera, en este caso, respondió con justa dureza, pensando que el Estado como empleador para los partidos políticos vuelve a ordenar la política nacional.

¿Descarta la tesis de la operación DC para salir de la nueva Mayoría?

Les conviene esta situación, porque les permite tener un poco de identidad propia. Pero no veo que se salgan de la primaria. Ojalá pasara porque le conviene a Chile, pero no lo creo.

Piñera y sus vínculos político empresariales

José Antonio Kast señaló que era imposible que no supiera. ¿Cómo ve el escenario?

Yo voy a competir con Piñera, quiero ganarle. Creo que hubo cosas en su gobierno que no se hicieron bien, pero en esta pasada le creo. No tengo bola de cristal para saberlo, pero no creo que usara información privilegiada en su beneficio. Si me equivoco, seré el primero en reconocerlo. Para eso, confío en la justicia, pero como contendor de Piñera, no voy a aprovechar el espacio para pegarle en el piso.

¿Por qué le cree?

Porque lo conozco. Yo podría usar la estrategia de pegarle y ganar puntos con ello, pero no estoy dispuesto a caer en eso, como Ossandón.

Yo sinceramente creo, por ejemplo, que la Presidenta no tenía idea de lo que hacía su hijo.

Esto no quiere decir que cuando hay casos demostrados como los de corrupción, tengamos que criticarlos.

¿Cómo se desmarca de un gobierno y un conglomerado que es bien amplio y, donde tienen que asumir vocerías como las de Alejandra Bravo?

Jamás he defendido a Alejandra Bravo. La critiqué. Salí a criticarla. Ella es presidenta de un partido y como presidenta le corresponde hacer vocerías de Chile Vamos. Cuando dio las declaraciones sobre homosexualidad, las dio en el contexto de presidenta de partido y no como representante del conglomerado. Es más, como Evópoli nos demoramos treinta minutos en decir que no lo aceptábamos.

Ahora, si ella me hubiera llamado para decirme que no la puedo criticar, me debí haber ido del conglomerado, porque eso sería una señal de que no se garantiza la libertad de expresión.

No me tengo que hacer cargo de dichos de una presidenta de un partido al que no pertenezco. Me tengo que hacer cargo de criticar lo que me parece que no nos representa. Eso, incluso, le juega a favor a Evópoli, porque sin pensar en cálculos políticos, condenamos el actuar.

¿Cree que a Piñera lo van a perjudicar las investigaciones?

La gente dirá. Creo que los candidatos se perjudican cuando hay mucho sustento, pero esta investigación está muy verde. Es más, no veo un enojo con el expresidente por este tema.

Yo le quiero competir por otros motivos, porque el representa la continuidad de la alianza. Y yo represento un cambio. Una nueva mirada, más inclusiva y moderna.

Nuestra fortaleza es que la gente va a tener que decidir qué tipo de liderazgo quiere para nuestro sector. Ahí, Evópoli representa futuro, esperanza.

¿Cómo va a continuar con la recta final?

Estamos recorriendo Chile. Soy el único candidato que tiene sus propuestas listas. Vamos a hacer cenas de recaudación, y vamos a participar y exigir debates a Piñera y Ossandón que podamos debatir.

En la Cadem de ayer ya empatamos con Ossandón, ahora queremos seguir creciendo para ganar esa primaria.





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