Con colegios y bancos cerrados, sin transporte público, sin vuelos comerciales, prácticamente sin taxis, sin recolección de basura activa, con turnos éticos en los Hospitales y con barricadas e interrupción del tránsito desde primera hora de la jornada. Así amaneció Argentina y, con especial convocatoria, la ciudad de Buenos Aires.
Es la respuesta de los diferentes gremios en contra de las políticas de ajuste económico impulsadas por el gobierno de Mauricio Macri. La convocatoria, gestada desde la Confederación General del Trabajo Argentina (CGT), se prolongará por 24 horas y pretende ser el corolario de una serie de manifestaciones gremiales que se llevaron a cabo durante marzo.
Con los puentes de comunicación rotos entre la CGT y el gobierno, los acuerdos se ven cada vez más distantes. La caída del poder adquisitivo de los ciudadanos sería una de las grandes razones por las que se habrían levantado las movilizaciones. Esto, sumado a una agresiva política del gobierno por “encausar” la ruta económica del país después de 12 años de kirchnerismo en el poder. Dentro de ese marco es que el gobierno ha comenzado a subir gradualmente las tarifas de los servicios básicos, que durante los periodos pasados eran gratuitos.
Pablo Lacoste, doctor en estudios americanos de la Universidad de Santiago, cree que las medidas de Macri corrigen los errores de las políticas económicas de Cristina Fernández: “El poder adquisitivo lo pierden por la inflación. La inflación la generó el gobierno kirchnerista, que generó una fuerte expansión del gasto publico, multiplicó los subsidios, hizo que la luz, el gas, los teléfonos, las carreteras, y el transporte público fueran gratuitos. Eso generó un enorme déficit fiscal y una enorme inflación. El kirchnerismo entregó el país con un 40% de inflación. Macri ha intentado bajarlo gradualmente”.
Durante esta semana el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) publicó la inflación de marzo. Las cifras arrojaron un 2,1% durante el mes pasado, igual a la de febrero y muestra una inflación interanual del 27,9%, muy por sobre el 17% que tenía como meta el gobierno.
Agrupaciones de trabajadores han manifestado públicamente sus críticas para con las políticas laborales que han sido tildadas como fuertemente antisidicales. Durante 2016 el desempleo fue de un 8,5% y más de 250.000 trabajadores perdieron su fuente laboral.
Jorge Altamira, excandidato presidencial y fundador del Partido Obrero de Argentina, es lapidario a la hora de referirse a la política económica de Macri: “Dentro de los objetivos mínimos del gobierno estaba manejar la inflación. Con una política monetaria severísima, con tasas de interés brutales, y recesión, esa política inflacionaria es un fracaso completo. Ha superado las expectativas que el gobierno trató de estimular en la población. Vamos por el 2,5-3% mensual. Si con una política de recesión tenemos este tipo de inflación, la política económica está confesando su completo fracaso”.
Otro dato que acrecienta el malestar es que actualmente cerca de un tercio de la población trasandina vive bajo la línea de la pobreza y el consumo cayó cinco puntos durante el año recién pasado.
Por otro lado, las políticas en materia educacional también le han pasado la cuenta al oficialismo. A raíz de la inflación del año pasado, que alcanzó un 40%, el gremio de los profesores exigió durante un aumento salarial acorde al índice, recibiendo reiteradas negativas por parte del gobierno. Así, los docentes también se hicieron parte de la movilización convocada para este jueves.