Hablar de fe es algo que en nuestros tiempos no tiene muy buena fama. Y a pesar de que en la historia del cine existen excelentes películas en este sentido, es raro ver -menos en nuestra cinematografía reciente- filmes que se adentren en este complejo tema. ¿Cómo hablar de espiritualidad en estos tiempos tan cínicos? La cinta nacional “El Cristo Ciego” se adentra en esta temática desde un lugar humilde y eficiente, centrando su atención en el proceso de un personaje y su relación con la fe. Un hombre joven que – marcado por la religiosidad familiar y por su propio y tenaz sentido de la trascendencia- tiene la certeza de que en cada persona habita un Cristo y que es cuestión de creer para liberar su poder.
En su primer largometraje en solitario, el realizador Cristopher Murray utiliza dinámicas que ya había abordado en sus trabajos anteriores. En la película “Manuel de Ribera” -del 2009 y co dirigida con Pablo Carrera- la estrategia era tener como protagónico a un actor profesional que se va cruzando durante la narración con una diversidad de personas propias de la zona que, básicamente, actúan de sí mismas. En ese filme el protagonista se mueve en el verde y lluvioso paisaje del sur de Chile, y la atmósfera de ese espacio también se transforma en un personaje de la narración. En su nueva película “El Cristo Ciego” Murray repite la lógica, pero ahora es la Pampa del Tamarugal el escenario para esta esta historia de descubrimiento en que el protagonista -un muy eficiente Michael Silva- se reconoce a sí mismo como un maestro espiritual y emprende el camino para realizar su primer milagro.
Murray es uno de los cerebros detrás de proyecto MAFI -Mapa Fílmico de un país- una organización que busca invitar a la reflexión social utilizando el documental como herramienta, y lo hace a través de una plataforma en internet (mafi.tv) que recupera registros de numerosos documentalistas sobre las más diversas realidades y mediante talleres de formación. Uno de los productos más reconocidos de esta organización fue la película “Propaganda” (2014), película que reunía los registros de 19 realizadores sobre la campaña presidencial del 2013 y en la que Murray aparece como Director General. Este ejercicio de observar a realidad y dejar que ella misma vaya sorprendiéndonos también marca el desarrollo de “El Cristo Ciego”.
Para la preparación del filme Murray y su equipo pasaron tiempo en la región conversando con la gente de la zona, escuchando sus historias y con ellas armando el guión de la película. Son estas mismas personas las que aparecen en el filme contando sus experiencias reales en un contexto de ficción y en ese sentido la película logra un equilibrio bastante difícil al mantener entre el actor profesional y los más de cuarenta personajes interpretados por personas del lugar. Son estas historias contadas desde la honestidad de los protagonistas los momentos más altos de la película, aquellos en que es difícil no conmoverse con la cotidianeidad de ese otro Chile, una de las zonas al mismo tiempo más ricas y empobrecidas del país.
“El Cristo Ciego” es una película que habla de la fe que supera a la religión, y está situada en uno de las zonas de mayor religiosidad de Chile. Así las expresiones colectivas de religiosidad se mezclan con la espiritualidad de los personajes, con sus certezas y sus dudas invitando al espectador a hacer lo mismo y preguntarse qué lugar ocupa la fe en su propia existencia.