Este jueves se conmemora el Día del Teatro, celebración oficializada en 2006 que rememora la figura del director teatral chileno Andrés Pérez.
A más de 10 años de dicho suceso y en el marco de la conmemoración, distintas personalidades de las artes escénicas se refirieron a la situación de la dramaturgia nacional. Falta de recursos, dependencia de los Fondart, espacios culturales en crisis y cambios a los modelos educativos son algunas de las críticas.
Luis Barrales, dramaturgo y director teatral: “Lamentablemente no puede verse todo lo que uno desearía”
“El principal obstáculo que enfrenta el teatro tiene que ver, fundamentalmente, con generar espacios donde se puedan mostrar los trabajos que se están realizando. Esto pasa necesariamente por replicar modelos probados en un montón de partes del mundo que tienen que ver con subvención directa a teatros que cumplan con ciertos requisitos. En cualquier instancia la asignación de recursos es clave y en este momento hay las suficientes compañías generando nuevos trabajos y lamentablemente no puede verse todo lo que uno desearía”.
Martín Erazo, director artístico de la compañía “La Patogallina”: “Las compañías no pueden depender de los fondos concursables”
“Desde el punto de vista de las compañías independientes el desafío siempre es el tema de la estabilidad de los grupos. Entonces, tienen que buscar maneras de sustentarse y permanecer en el tiempo basándose siempre en el tema de la autogesitón. Las compañías no pueden depender de los fondos concursables y evidentemente hay un tema de precariedad. Siempre el desafío es el mismo: permanecer en el tiempo, organizarse y establecer una independencia que se fortalezca”.
Javiera Contador, actriz: “¿Cómo nosotros le mostramos a nuestros niños, que van a ser los futuros espectadores, las artes escénicas?”
“Hay poca valoración en términos sociales de lo que significa el teatro. Se considera en muchos aspectos como un acto elitista y a mi me parece que no, que es una arte que debiera ser masivo y en eso creo que tiene mucho que ver la educación y la valoración de la cultura. Ahí hay un punto importante: ¿cómo nosotros le mostramos a nuestros niños, que van a ser los futuros espectadores, las artes escénicas? Por otro lado, hay un tema con la difusión. Hay obras increíbles, Chile tiene muy buenos actores, pero mucha gente no se entera de que eso existe. Ahí hay un elemento importante que tiene que estar en las compañías: ¿cómo vamos a dar a conocer nuestro trabajo?”.
Freddy Araya, director del Teatro del Puente: “Falta el aporte de privados”
“La situación del teatro en Chile es un tema súper global y no puede atacarse sólo por un lado, es decir, por las compañías o las salas de teatro. Tiene que ver un poco con la educación. Afortunadamente, tengo la sensación de que hay más público teatral. Yo sería bien optimista, pero lo que es difícil es la sostenibilidad tanto de las compañías como de las salas de teatro, porque sabemos que con la venta de entradas no se mantiene un grupo de trabajo o un espacio. Acá como todo es concursable se hace muy difícil y, por otro lado, yo puedo tener la sala llena, pero eso no significa que se pueda darle continuidad a un proyecto. Entonces, hace falta el aporte de privados. Cuando hablo de la empresa privada hablo también de cómo el Estado genera un marco legal que incentive la donación, más allá de la Ley de Donaciones Culturales”.
Flavia Radrigán, dramaturga: “Esta fondarización es lo peor que le ha ocurrido a Chile”
“Ojalá tuviéramos un organismo tricéfalo que pudiera encargarse realmente de las artes escénicas, de la extensión, de la fundamentación, de conseguir financiamiento, porque hay que cambiar políticas educacionales y de Estado. Además, esta fondarización es lo peor que le ha ocurrido a Chile, porque no está el foco donde debe estar. Las empresas tienen que destinar un porcentaje a la cultura y eso debiera ser obligatorio”.
Álvaro Viguera, director teatral: “Ese poder vender algo para beber serviría mucho para que las salas pudieran mejorar su financiamiento”
“Los teatros necesitan más financiamiento. Se han cerrado muchas salas de hecho. Algo que podría pasar es que las salas pudieran, por ejemplo, vender alcohol. De ser así no se le hace extensión de iva a las entradas, entonces eso es algo que se podría destrabar como ocurre en muchos teatros. Ese poder vender algo para beber serviría mucho para que las salas pudieran mejorar su financiamiento que va directamente para las compañías”.