El cierre de la investigación por presuntos delitos de secuestro y tortura denunciados por el líder mapuche Víctor Queipul Hueiquil envía un peligroso mensaje a quienes defienden los derechos humanos en ese país, dijo Amnistía Internacional.
La Fiscalía de Temuco anunció ayer que cerraría la querella de Víctor Queipul Hueiquil, lonko de la Comunidad Autónoma de Temucuicui, porque no habría logrado poder individualizar a las personas presuntamente responsables de su detención entre aproximadamente las 8 de la noche del 14 de junio y las 4 de la mañana del día siguiente.
Los hechos denunciados por el lonko ocurrieron en junio de 2016. Tras casi un año de investigación, no parece haberse agotado un proceso exhaustivo e imparcial frente a los crímenes denunciados.
“Esta decisión sienta un nefasto precedente y da rienda suelta a quienes pretenden silenciar a las comunidades de pueblos originarios en Chile,” mencionó Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“Denunciar violaciones contra los derechos humanos no es un crimen. En vez que castigar a quienes dedican su vida a luchar por la justicia, las autoridades chilenas deben proteger su trabajo y enjuiciar a quienes los agreden.”
La Fiscalía también apuntó contra organizaciones de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, pretendiendo deslegitimar su labor de apoyo a organizaciones sociales y comunidades de pueblos originarios en Chile.
En ese contexto, Ana Piquer, directora del capítulo chileno de la ONG, conversó con Diario y Radio Universidad de Chile. La abogada se mostró profundamente preocupada: “Los hechos de los que fue víctima el lonko Víctor Queipul son muy graves, constitutivos incluso de tortura, los que (de acuerdo a su relato) estuvieron claramente motivados por su trabajo de defensa de sus derechos, los de su comunidad y sus tradiciones; también por su rol como autoridad tradicional”.
En ese sentido, explicó que existe una responsabilidad del Estado, “en términos de asegurar que se investiguen los hechos, que se sanciones a los responsables, y que se le dé la debida protección al lonko. El que se cierre la investigación, habiéndose hecho muy pocas diligencias y sin una investigación exhaustiva, es una muy mala señal en términos de la seriedad con la que se consideran estas cosas”.
“(La mala señal) es que finalmente se normalice que este tipo de cosas le puedan pasar a líderes del pueblo mapuche. El que finalmente no tenga consecuencias el que se secuestre y torture a un lonko. Esta es una señal compleja. Nuestra esperanza está en la querella que hace algunos días presentó el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) por estos mismos hechos”, quedando abierta la investigación de esta segunda querella.
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