El secreto temor del piñerismo por los votos de Puente Alto a favor de Ossandón

Lo transparentó Cecilia Morel. “Esta elección no es carrera corrida”, afirmó la esposa del ex Presidente. En medio del triunfalismo que se apodera del entorno de Sebastián Piñera, ha comenzado a sembrarse una duda. ¿Podrá el senador Manuel José Ossandón agriar la previsible victoria del ex Presidente?

Lo transparentó Cecilia Morel. “Esta elección no es carrera corrida”, afirmó la esposa del ex Presidente. En medio del triunfalismo que se apodera del entorno de Sebastián Piñera, ha comenzado a sembrarse una duda. ¿Podrá el senador Manuel José Ossandón agriar la previsible victoria del ex Presidente?

Durante los últimos días el ánimo triunfalista del piñerismo se ha visto mermado por una preocupación que, hasta hace poco, no estaba en los cálculos del ex Presidente y su entorno.

Entre sus partidarios ha aumentado la incertidumbre sobre el resultado de las primarias presidenciales del próximo 2 de julio. Aunque en las encuestas el “oficialismo” derechista marcha primero, nadie sabe a ciencia cierta cuántos ciudadanos votarán en esos comicios y cómo serán distribuidas esas preferencias. Más aún si se considera que ese día se disputa la final de fútbol de la Copa Confederaciones, a la cual Chile tendría chances de llegar.

¿Podrá el Manuel José Ossandón ganar la elección primaria sólo con los votos de Puente Alto y La Florida? Ese es la pregunta fantasma que recorre al cuartel general del piñerismo ubicado en Las Condes. La preocupación del piñerismo se fundamenta en cifras.

Una de las apuestas del senador de Renovación Nacional, que no cuenta con el apoyo oficial de su propio partido ni de la UDI, es que podría ganar en la Región Metropolitana. Con ello, calculan sus asesores, podría ser suficiente para dar una sorpresa, o al menos poner en aprietos a Sebastián Piñera. Uno de los principales activos electorales de Ossandón está en Puente Alto. El retador de Piñera fue alcalde de ese lugar durante 12 años, aumentando constantemente su votación desde el 45% que obtuvo en 2000, al 70% que logró en 2008.

Al revisar las estadísticas electorales de ese sector metropolitano, que es una de las comunas con más votantes de todo el país, queda claro que el senador ejerce una supremacía sobre el ex mandatario. En la primera vuelta presidencial de 2009, Piñera obtuvo ahí poco más de 52.000 votos, mientras que en las senatoriales de 2013, Ossandón alcanzó más de 78.000 sufragios. Los números obtenidos en la senatorial de 2013 entusiasman al equipo del ex alcalde. Más aún cuando cuentan con el pleno respaldo de Germán Codina, el actual jefe comunal y sucesor “designado” de Ossandón en ese bastión. 

Es probable que el actual alcalde de Puente Alto active a la máquina comunal para sumar apoyos al precandidato.

Desde el piñerismo observan con atención y cierta ansiedad estos movimientos. Saben de la fuerza popular que puede acumular el senador. De hecho, en poco más de dos meses Ossandón consiguió l40.000 firmas, más de las necesarias para ser candidato independiente; algo que a la UDI y RN, los partidos que respaldan a Sebastián Piñera, les costó bastante más esfuerzo y tiempo. 

El ex Presidente apuesta a que en la primaria de la derecha en julio participarán más de un millón de votantes. Parece un cálculo bastante optimista considerando que en las primarias que la entonces Alianza realizó en 2013, entre Pablo Longueira y Andrés Allamand, fueron a votar poco más de 800.000 personas. Y eso ocurrió en un contexto político mucho más amigable al actual, ya que todavía la ciudadanía no se había enterado de los escándalos de Penta, Soquimich, Corpesca, y otros.

Los temores en el piñerismo afloran a cada rato. Hace poco, Cecilia Morel, esposa del candidato oficial de la derecha, hizo un llamado a participar de las primarias ya que “esta elección no es carrera corrida”. En el entorno piñerista saben que el triunfalismo les puede jugar en contra, en especial porque muchos de sus partidarios podrían no concurrir a las urnas por creer que la carrera está ganada.

Y es que estas “carreras ganadas” no son un buen presagio. En 2013, todas las encuestas indicaban que Andrés Allamand derrotaba a Pablo Longueira. Sin embargo, en las urnas se dio lo contrario: El UDI se impuso con 51,4% de los votos frente al 48,6% del representante de Renovación Nacional.

La competencia que sostuvieron dentro de la lista binominal de la derecha Laurence Golborne, el popular ministro del rescate de los 33 mineros, y el ex alcalde Ossandón en las elecciones senatoriales de 2013, podría ser un anticipo del dramatismo de las primarias del 2 de julio. En ese entonces, Golborne corría como favorito, pero, tras contar todos los votos, Ossandón lo aventajó en más de 200.000 votos. ¿Los votos claves? Los de Puente Alto.

En la interna derechista saben que todo se definirá en la Región Metropolitana. Por eso, desde el piñerismo apuntan a arrasar en el sector oriente de Santiago. Según datos del Servicio Electoral, Sebastián Piñera obtuvo 638.097 votos en la primera vuelta presidencial, mientras que Ossandón alcanzó los 317.311 sufragios en las senatoriales.

Por ello el senador no confía en los votos del barrio alto. Su estrategia no sólo apunta a Puente Alto y el sector sur de la capital, sino también a ampliar su apoyo en Valparaíso y Concepción, las otras dos grandes ciudades del país donde en las últimas primarias de la derecha se vio una mayor participación.

En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, Ossandón dijo que sus contrincantes están “muy asustados”, sin el triunfalismo que públicamente vociferan. “Aquí son dos derechas en competencia, una que es la económica y la otra que es más humana, ética y solidaria, por lo tanto nuestro discurso es más fuerte que el de ellos”, agregó.

El precandidato confía en que esta elección se gana en la calle. “Renovación Nacional, con todos sus senadores, con todos sus diputados, con todos su alcaldes, con todos sus concejales, con todos sus Cores, no juntó 40 mil firmas sin notarios.Yo sólo en dos meses y medio junté 40.000 firmas ante notario, entonces: ¿Quién tiene más fuerza? Hoy los partidos tienen un desprestigio tal que vale muy poco el apoyo de ellos”, aseguró. 





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