Era difícil encontrar una figura luego de los 120 minutos reglamentarios en el partido entre la selección de Chile y Portugal. Esto porque el desempeño colectivo luego del 0 a 0 que llevó el partido de semifinal de la Copa Confederaciones fue tan alto que resultaba complejo encontrar un nombre que sobresaliera al resto.
Por eso, hubo que esperar hasta los lanzamientos penales para que apareciera la gran figura de este encuentro, el arquero y capitán de la selección chilena, Claudio Bravo.
Tres penales atrapados luego de los intentos de Quaresma, Moutinho y Nani, que vieron, impotentes, como el 1 de la selección nacional atrapaba cada uno de sus disparos. Desde el centro del campo, la gran figura de la selección portuguesa, Cristiano Ronaldo, no podía creer lo que veían sus ojos. El mejor jugador de la última temporada en el fútbol europeo, quedaba fuera de la disputa de la Copa Confederaciones el próximo domingo 2 de julio.
El partido fue según lo presupuestado, sumamente cerrado y muy parejo, abierto y con muchas jugadas de gran nivel gracias a las extraordinarias individualidades de Portugal y Chile.
Cierto, no fue un partido de muchos goles. Pero también es cierto, fue bastante entretenido y espectacular en muchos ratos del encuentro.
Rui Patricio y Claudio Bravo fueron figuras; Eduardo Vargas y Andre Silva también pudieron serlo con sendos disparos que no lograron representarse en el marcador.
Mientras tanto, Cristiano Ronaldo y Arturo Vidal, las grandes figuras de ambas selecciones estuvieron participativos aunque no fueron lo suficientemente efectivos en el juego.
Sería Eduardo Vargas el que tuvo la primera de peligro del partido en un mano a mano que detuvo Rui Patricio para cortar el primer grito de gol del partido.
Andre Silva respondió con una jugada muy similar que atajó Claudio Bravo luego de un gran pase filtrado de Cristiano Ronaldo.
Chile volvió a tocar la puerta con dos jugadas de peligro que tuvo Charles Aranguiz. El jugador del Bayer Leverkusen casi hace un golazo con un remate de cabeza que pasó muy cerca del marco de Rui Patricio; dos minutos después, el “Príncipe” tuvo una grave falla con una mala definición casi en el área chica.
Sería hasta el segundo tiempo cuando llegó la jugada más hermosa del partido: Eduardo Vargas prendió una pelota con un remate de chilena que obligó a Rui Patricio a estirarse para desviar a tiro de esquina. Una jugada que bien pudo cerrarse como el mejor gol del torneo en caso de haberse dado.
Chile insistió e insistió siendo mejor que Portugal. Arturo Vidal pudo poner el 1-0 con un disparo potente que se ve ligeramente desviado del arco luso.
Portugal consiguió emparejar el partido y adormilarlo conforme se acercaba el tiempo extra. Cristiano de cabeza pudo cerrar el encuentro pero su disparo se ve un tanto lejos.
Con el tiempo cumplido, arrancaron los tiempos extra. Los primeros 15 minutos del complemento fueron para La Roja, y es que con remate de Alexis Sánchez, Chile estuvo cerca de romper el cero con un remate de cabeza que se fue desviado por poco.
Y en el segundo, igual o más con una doble jugada increíble en la que la pelota acabó estrellándose en el poste, primero con un disparo de Arturo Vidal, y después, con un contrarremate de Martín Rodríguez.
Antes, un penal muy claro sobre Francisco Silva que el árbitro no pitó y que extrañamente, el VAR no revisó.
Pero poco importó porque fue en la tanda de penales donde surgió la figura del capitán de Chile para otorgar a la “Roja” el pasaje a la final y ahora a esperar rival que saldrá del partido que jugarán este miércoles Alemania y México.