El diputado Joaquín Godoy renunció formalmente a Amplitud, partido político que ayudara a fundar a principios de 2014 y del cual llegó a ser su primer presidente (2015 – 2016), acusando que el proyecto de centro que intentaron construir fracasó, debido a una mala conducción de la senadora Lily Pérez.
La salida de Godoy es el clímax de una crisis de la colectividad que venía desde 2015, cuando la diputada Karla Rubilar, una de las más reconocidas militantes, dejó el partido que hoy tiene –según afirman desde Amplitud– 13 mil militantes. A esto se suma la salida del diputado Pedro Browne, quien hiciera lo propio el pasado 9 de junio.
El origen de Amplitud
La génesis de Amplitud ocurre tras la renuncia masiva de militantes de Renovación Nacional por diferencias con Carlos Larraín, por las barreras que ponía este al surgimiento de nuevos liderazgos. Entre los disidentes se encontraban los mencionados diputados además de la senadora Lily Pérez, como principales referentes del nuevo colectivo.
Hoy, sin muchas de sus caras más conocidas, pareciera ser que Amplitud es un nuevo intento fracasado de consolidar una derecha descolgada de los tradicionales Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI).
La vicepresidenta de Amplitud, Ana Cuadros, quien criticó la actitud de Godoy, a quien de paso acusó de desaparecer del partido y de su función parlamentaria desde hace un año, confirmó lo difícil que les resulta mantenerse como colectividad.
“Cuesta en Chile formar partidos políticos, cuesta mantenerlos. Estamos enfrentados a partidos tradicionales, a un duopolio que ha mantenido el control durante muchísimos años. A los partidos nuevos, no sólo Amplitud, se nos han puesto muchísimas trabas y exigencias que en definitiva dificultan nuestro crecimiento. Por eso con orgullo yo digo que somos un partido que ha crecido y fortalecido”, manifestó.
Así como Amplitud, hay otros casos de intentos de referentes de centro que se descuelgan de la derecha.
La breve vida de los que intentaron captar el famoso “centro político”
Un ejemplo, Francisco Javier Errázuriz, independiente ligado a la derecha y que fue candidato presidencial en 1989, aprovechó este impulso para fundar Unión de Centro Centro, intento de referente que como su nombre enfatizaba, buscaba representar al “centro”, aunque con una línea política derechista.
En 1999, Unión de Centro Centro respaldó la candidatura presidencial de otro recordado de la derecha alternativa, Arturo Frei Bolívar. Este abanderado que perdió en primera vuelta en último lugar con un 0,38% de los votos, también apuntaba a ese sector político.
La colectividad llegó a su fin en 2002, con muchos de sus representantes ingresando a la UDI.
La historia reciente de nuestro país parece demostrar que para mantenerse con vida en la derecha hay que pertenecer a la UDI o a RN. Por ejemplo, tanto Godoy como Browne se retiraron de Amplitud sin criticar mucho a su ex partido, pero destacando que apoyarán la candidatura presidencial de Chile Vamos, que representa Sebastián Piñera.
Otro ejemplo. En 2006 un grupo de independientes y renunciados de la Democracia Cristiana, entre los que destacaban el fallecido Adolfo Zaldívar, fundaron el Partido Regionalista Independiente (PRI). La colectividad, luego de un penúltimo lugar en la presidencial de 2013, divagó hasta que en 2014 definió sumarse a Chile Vamos.
El cientista político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, explica que Amplitud tiene el problema de depender de caudillos, y cuando estos se van, el partido comienza a desaparecer. Morales señala difícil panorama para Amplitud:
“Lo difícil para Amplitud será sobrevivir en un escenario de estas características, porque si sumamos y restamos la única candidatura competitiva que tendrían sería Lily Pérez. Además en las elecciones de concejales recién pasada, Amplitud tuvo como promedio nacional cerca de un 2%, por lo tanto no es una colectividad que uno pudiera pensar como un partido desafiante frente a las dos colectividades tradicionales de derecha”, expresó.
El camino pareciera ser otro. De hecho Mauricio Morales cita el caso de Evópoli, que se ha mantenido con vida –hasta ahora- gracias a que se quedó dentro de Chile Vamos. Tomar el camino propio hoy en día significa el no prevalecer en política, según el análisis del cientista político.
En esta línea, Amplitud recoge el guante. Este sábado, la colectividad realizará un consejo nacional extraordinario en el cual definirán su apoyo presidencial. Según manifestó Ana Cuadros en el programa Política en Vivo de Radio Universidad de Chile, su postura y la de Lily Pérez es la de proclamar al candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera.
De este modo, la colectividad que hoy conduce Lily Pérez toma el mismo rumbo que otras colectividades que han luchado por subsistir -como en el caso del PRI-, porque no podemos hablar de “centro” cuando finalmente se termina, por sobrevivencia, al alero de la derecha.