El seis de agosto de 2013, Rodrigo Melinao Licán fue encontrado muerto al interior de la parcela N°4 del sector de Chiguaihue en Pidima. El cuerpo del joven mapuche de 26 años tenía un impacto de escopeta en el tórax. Ese mismo día, el ex fiscal adjunto de Collipulli, José Ricardo Traipe, confirmó que se trataba de un asesinato, hecho que aún no se aclara.
Rodrigo tenía cuatro hijos cuando lo mataron, pertenecía a la comunidad Rayen Mapu (hoy Rodrigo Melinao) ubicada en la comuna de Ercilla y lo reconocían por su lucha en los procesos de recuperación territorial de su comunidad y la denuncia a las forestales del sector.
Cuando a Rodrigo lo encontraron estaba prófugo, había sido perseguido, procesado y condenado a cinco años de cárcel por incendio y perjuicio a una empresa forestal, delito del cual fue absuelto seis meses después de ser asesinado, en febrero de 2014.
Las familias de su comunidad culparon a Carabineros de su muerte, argumentando que la zona se encontraba altamente militarizada, cercana a un retén de Fuerzas Especiales y próxima a un camino por el que “solo transitan vehículos policiales durante la noche”.
A cuatro años de su deceso, su hermano Hugo Melinao, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Angol, señaló a Diario y Radio Universidad de Chile que “la Fiscalía de Collipulli ha demostrado poca voluntad de seguir con la investigación y en más de una ocasión ha expresado la intención de cerrarla prácticamente sin culpable alguno”.
“El trabajo del Ministerio Público ha demostrado muy poco interés en dar con los culpables de la muerte de Rodrigo, como familia tenemos ciertas dudas con que estén ocultando información sobre su asesinato”, sostuvo y agregó que la profanación de la tumba de su hermano es materia de investigación, pero que aún no les informan nada sobre “esos actos cobardes”.
Para Hugo, su hermano fue víctima de una persecución política y judicial por parte de la Fiscalía de Collipulli, encabezada por el ex fiscal Luis Chamorro, y la empresa forestal Bosques Cautín. “Lo culparon de haber quemado 60 hectáreas de bosque de eucaliptus en cosecha. Él fue injustamente condenado y lo mataron cuando estaba clandestino”.
El dirigente mapuche advirtió que actualmente el Estado chileno los ha mantenido marginados como familia comunidad mapuche, mediante una “violencia sistematizada e institucionalizada”.
Es por ello que fue enfático al señalar que a cuatro años de la muerte de Rodrigo, su comunidad ha decidido continuar con la reivindicación territorial en el sector de Pailahueque y levantar la memoria de su hermano para “seguir con ese proceso legítimo”.
“La persecución en mi contra es solo por ser un dirigente mapuche”
Por su parte, Hugo Melinao fue detenido en enero de este año, mientras se desarrollaba un violento allanamiento a su comunidad, realizado en el marco de la “Operación Tauro” que se llevó a cabo en Santiago, La Araucanía y la Región de los Lagos. Actualmente, acusado de porte ilegal de armas de fuego.
“El Estado chileno me tiene privado de libertad solo con la intención de quitarme piso político, para que de ese modo no pueda continuar con el proceso de reivindicación. La persecución en mi contra es solo por ser un dirigente mapuche”, afirmó.
Hugo Melinao explicó que en un principio fue acusado de formar una organización ilícita, una especie de escuela de guerrilla en el Wallmapu. Sin embargo, hoy su prisión se sustenta únicamente en la tenencia de armas de fuego.