El Archivo Fotográfico de la Biblioteca Nacional surgió en agosto de 1997 producto del hallazgo de un sinnúmero de imágenes en la Sala Medina del edificio.
Entonces, el primer acervo de la unidad se constituyó por retratos familiares y objetos fotográficos como daguerrotipos, sin embargo, luego de su conformación, se adquirieron reproducciones pertenecientes a fotógrafos como Antonio Quintana, Aquiles Orellana, Ignacio Hochhäusler, Luis Ladrón de Guevara, Domingo Ulloa y Alfredo Molina Lahitte, entre otros.
Con los años esa primera colección fue creciendo hasta, en 2014, integrar registros de Armindo Cardoso, fotógrafo portugués que participó en la Unidad Popular. A finales de 2016, en tanto, la entidad incorporó parte del patrimonio de Inés Paulino.
“Hoy tenemos cerca de 400 mil fotografías y año a año se ha ido incrementando bastante con autores más modernos. Nuestra idea es ir completando la historia de la fotografía en Chile en sus diversas épocas. Tenemos trabajos de fotoperiodistas, fotógrafos del espectáculo, álbumes familiares. En general la colección abarca desde mediados del siglo XIX y ya todo lo que es el siglo XX”, comenta Soledad Abarca, jefa del Archivo Fotográfico de la Biblioteca Nacional.
“Los objetos más antiguos son daguerrotipos y ambrotipos. También tenemos una fotografía bien especial que está pegada en un vidrio y que fue pintada por atrás. Son objetos bien preciosos, pero también tenemos muchos negativos de vidrio. Después está todo lo que son las copias fotográficas en gelatina y en plata. Incluso hay fotos a color. Todas estas imágenes están guardadas en una bóveda, con una temperatura y humedad controlada, y con acceso restringido. Son bastante frágiles, por eso el acceso a ellas es en línea a través del catálogo de la Biblioteca Nacional Digital”, añade Abarca.
El Archivo desde dentro
El patrimonio del Archivo Fotográfico es bastante amplio. En él se encuentran retratos familiares, pero también imágenes de paisajes y capturas del mundo industrial.
En este sentido, uno de los autores que precisamente indagó en el ámbito industrial fue Luis Ladrón de Guevara (1926-2015), quien fue hijo del Premio Nacional de Arte Laureano Guevara y de la periodista danesa Else Larsen. En su trabajo se encuentran imágenes de fábricas y trabajadores. “Él viajaba mucho. Le hacían muchos encargos. Además, él venía de una familia de artistas. Entonces, claramente, tenía una sensibilidad visual que se nota en sus trabajos”, dice Soledad Abarca sobre el fotógrafo.
Otro de los autores, cuyo trabajo destaca en el Archivo es Domingo Ulloa, cuyas representaciones se ligan a las artes y, en especial, al ballet.
La actividad
El próximo martes 22 de agosto, en tanto, el Archivo Fotográfico exhibirá algunas de sus piezas más antiguas. La idea es acercar al público aquellos materiales que normalmente no son dados a conocer producto de su fragilidad.