En 1998, cuando el dictador Augusto Pinochet estaba detenido en Londres, el hoy candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, profería un discurso en defensa de la “dignidad nacional.
Sobre una tarima, fervorosamente sostenía que “las condiciones de salud del senador Pinochet” eran “muy delicadas”, a la vez que fraternizaba con la familia del militar: “El senador Pinochet y su familia están viviendo momentos difíciles en Londres. Por eso, merecen toda nuestra solidaridad”.
En ese momento, Piñera, quien era Senador de la República por Renovación Nacional, emplazaba al juez Baltasar Garzón diciéndole que Chile “siempre ha sido, es y será un país libre y soberano”, por lo que no le permitirían juzgar hechos de quien fuera un “ex presidente de la República”.