El huracán entró el lunes por el sur de Puerto Rico como un huracán de categoría 4 y unos vientos de 250 kilómetros por hora y luego por la tarde ya rebajado a categoría 3 impactó en la parte norte con vientos de 185 kilómetros por hora.
Tras su paso por la isla, es hora de hacer balance. De momento, según dijo el gobernador Ricardo Roselló “la devastación es extensa”. “Hay muchas inundaciones, mucho daño en infraestructuras, el sistema de telecomunicaciones está parcialmente caído, la infraestructura de energía está completamente caída”.
La autoridad ha pedido al presidente Donald Trump que declare a Puerto Rico, territorio que pertenece a los estadounidenses, zona de desastre. Esto implicaría que no se pongan límites a la ayuda federal.
Toque de queda hasta el sábado
No hay electricidad
El paso del huracán Irma hace dos semanas ya había fragilizado la red eléctrica. 50.000 personas continuaban sin luz pero ahora es toda la isla la que se ha quedado sin servicio. “El 100% debe estar sin servicios de energía eléctrica”, aseguró Abner Gómez, director de la agencia estatal de gestión de desastres (AEMEAD) en una rueda de prensa.