Jorge Peña Hen es uno de los libros de la colección “biografía breve” que la editorial de la Universidad de La Serena publicó en julio de 2017.
Gabriel Canihuante, periodista, académico y narrador que, actualmente, vive en la ciudad de La Serena, es quien escribe este libro sobre la vida de Jorge Peña Hen, un músico extraordinario, que luchó para que la música docta no fuera sólo una cuestión de élites, un gran ser humano, un creador, un maestro, injustamente asesinado por la dictadura militar que se impuso a sangre y fuego el 11 de septiembre de 1973.
Canihuante aborda los siguientes temas: orígenes, familia y primeros estudios.
Este libro llega a mis manos a pocos días de un nuevo 11 de septiembre; y no es menor el impacto, por el ser humano de quién se habla, una de las grandes víctimas en nuestra región de Coquimbo y también, por quien escribe este libro, una gran persona comprometida con nobles ideales. Además, la fecha, un septiembre que siempre será controversial, para algunos se celebra, para otros sólo trae recuerdos de pena y dolor.
En primer lugar, advierto que el relato que hace Gabriel Canihuante crea atmósfera. Su relato es íntegro y utiliza un lenguaje sencillo, por eso es un libro que se puede poner al alcance de un niño de 12 años, por ejemplo, que ignora totalmente el contexto histórico en el que vivió Peña Hen y también es un libro que puede dejar conforme a una persona con estudios superiores, ya que en general el código al que llega Canihuante es emocional, pero también objetivo e íntegramente humano.
Desde su disciplina de periodista, Gabriel Canihuante avanza desde el detalle y se esfuerza por no dejar escapar ningún acontecimiento que, posteriormente, pueda llevarnos a la explicación de sucesos posteriores, de tal manera que las conclusiones puedan ser parte del trabajo del lector.
No es precisamente la grandilocuencia de llevar a Peña Hen a un altar la que encontramos en esta biografía, como sucede en otros relatos biográficos, sino que es la presentación de una vida, cuyo protagonista se fue desarrollando en medio de un contexto familiar, cultural, social e histórico, como cualquier chileno hasta llegar a la máxima expresión humana de este hombre singular, que hizo que la música no fuera una cuestión de élite sino de todo un pueblo humilde y sencillo, que además luchó para que estudiantes de escuelas públicas fueran protagonistas de la música docta, abriéndoles puertas, incluso fuera del país para sus presentaciones.
Canihuante concluye en el capítulo de El hombre y su entorno señalando que el músico “era etéreo a veces, parecía flotar por el aire, arrastrando tras de sí una melodía, pero en otras estaba en pleno contacto con su entorno, y era un hombre práctico y pragmático, que sabía relacionarse con las instituciones y los hombres que la formaban”. También concluye en una de las partes de su biografía que, ante la pregunta de “¿Por qué fue detenido Peña Hen?” responde: “Hay voces que sostienen que Peña Hen habría sido detenido por un error, que no debía ser arrestado porque no era un extremista, violentista o un fanático, sino un maestro, un hombre moderado. Sin embargo, otros observadores sostienen que su detención fue la demostración de que el Golpe de Estado contemplaba, desde antes de su consumación, un plan minucioso de represión a los opositores para provocarles la paralización y desarticulación total” y al final del capítulo afirma que “Peña Hen no murió por error, no hubo confusión de nombre ni nada parecido, fue una víctima seleccionada por una de las principales autoridades del gobierno militar”. El Golpe de Estado y los profundos cambios que se venían sería también la ocasión adecuada para que muchos envidiosos o conservadores de su entorno, pudieran aprovechar para sacarlo de escena en base a mentiras, sin embargo, ni siquiera ellos dimensionaron el terror que se abalanzaba sobre Chile del 1973.
Mientras pienso en este libro, que auguro no pasará inadvertido, se vienen a mi mente los encuentros innumerables de bandas infanto juveniles que he visto florecer en todas partes de Chile en estos últimos años, incluso en este lugar tan alejado entre cerros donde vivo, Illapel, donde hay por lo menos dos bandas de estudiantes de enseñanza básica y media. Además, todos los años llegan niños, niñas y jóvenes de nuestro Chile, incluso de otros países de América Latina a regar con música nuestra pequeña capital de esta provincia olvidada, al “encuentro de bandas y orquestas infanto juveniles”. Los vemos actuar en calles, plazas y avenidas, y para todo público: por aquí pasa Mozart, Bach, Beethoven, Vivaldi y muchos otros, a través de instrumentos de estudiantes de escuelas públicas de Chile. ¡Ahí está Peña Hen! Más vivo que nunca en su gran obra de acercarnos a todos los ciudadanos del pueblo de Chile a esta música docta, allí está la más grande materialización de su ideal.
Hace cuatro años atrás Gabriel Canihuante publicó un cuento en memoria de los fusilados en La Serena en octubre de 1973: Relato de un ex soldado. En el libro de su autoría que tituló Cuentos para Manuel, Canihuante escritor, recrea una situación donde se encuentra como personaje un maestro de música, que llevan para ser fusilado. Desde su visión de mundo literario hace hablar a este maestro con sus opresores, con sus asesinos, logra sacar a flote las dudas, los miedos, las bajezas de los asesinos, como también logra dar un final de gran altura a este ser humano especial que, en su cuento aparece sin un nombre específico, pero que no es otro que el profesor fusilado en La Serena por la caravana de la muerte, lo que me hace pensar que desde hace mucho tiempo andaba tras la huella de Jorge Peña Hen.
Hoy es la biografía la que habla desde la realidad objetiva, de una investigación periodística que nos deja el aprendizaje de todo lo que perdimos, cuando un día 16 de octubre junto a otros 14 asesinados también muere Jorge Peña Hen, asesinado por razones falaces e incomprensibles, ya que en esta biografía Gabriel Canihuante nos cuenta que don Jorge en una oportunidad, con el puño en alto grita con todos sus pulmones ¡Mi único candidato es Bach! La dictadura como cualquier otra mató el saber y levantó la ignorancia, injustamente, en este caso, mató a un militante de la música.