Justo a pocas horas de inaugurada la vigésimo tercera Conferencia de las Partes (COP23), la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (UNFCCC), en Bomm, Alemania, el ministro del Medio Ambiente Marcelo Mena hacía público el seguimiento y reporte de las recomendaciones de la OCDE para mejorar el desempeño ambiental de Chile.
El último reporte al respecto dejaba a Chile en una posición poco favorable. En él se explicitaban 54 recomendaciones para hacer de Chile un país más amigable con el medioambiente y entre las sugerencias incluidas estaban la tasa impositiva al dióxido de carbono y su aplicación sobre nuevas fuentes de emisiones, así como elevar el impuesto a la gasolina y el diésel. Por otro lado, también se recomendó formular o actualizar planes de gestión de la contaminación atmosférica en todas las zonas en las que se superan los límites de las normas sobre calidad. El documento, según señala la CEPAL, advierte que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron un 23% entre 2000 y 2010.
Los recursos hídricos también ocuparon un rol importante en el reporte. El texto recomendó “adoptar un enfoque de gestión basado en los riesgos, concebir e implementar nuevas reformas del régimen de asignación de aguas que reflejen las exigencias ambientales y ecológicas y la necesidad de su uso sostenible, y desarrollar una estrategia para evitar la asignación excesiva en cuencas y acuíferos en los que los derechos de uso del agua excedan la capacidad sostenible del cuerpo de agua”.
El informe que entregó hoy el gobierno es optimista sobre los avances respecto de las recomendaciones. El agua y el cambio climático fueron las dos grandes temáticas abordadas. Sobre el primer tema presentó el director general de aguas, Carlos Estévez. A juicio de Estévez, el progreso de Chile en esta materia es importante, sin embargo fue insistente a la hora de señalar que los progresos en esta arista son lentos y graduales.
En materia de cambio climático también se dieron cuenta de ciertos avances. El gobierno mostró los avances que se han dado en materia de fortalecimiento de la institucionalidad ambiental entre 2005 y el presente año. Para Javiera Valencia, geógrafa de la fundación Terram, estos cambios son insuficientes: “Chile ha cambiado desde el 2005 hasta ahora, en el sentido de que la institucionalidad ambiental se ha fortalecido de a poco, pero sigue siendo débil. Como es una institucionalidad que está partiendo y un ministerio joven, es bastante débil en torno al desafío ambiental que tiene nuestro país. El hecho de que sea un país tan largo, con distintos ecosistema, nos hace tener una vulnerabilidad sumamente alta”.
Valencia, además, hace un llamado a que las políticas públicas logren permear a todas las esferas de la sociedad, y no solo a organismos gubernamentales: “Esto requiere de mucha voluntad política para hacerla más efectiva de lo que está haciendo ahora. Ahora queda chica. No todos los sectores tienen planes de adaptación al cambio climático No todos los sectores de la economía tienen al cambio climático como un tema para evaluar sus decisiones, políticas públicas, etcétera. El cambio climático y el agua son temas que no están siendo abordados”, cerró.
Desde Alemania la experta en cambio climático, Paola Vasconi destacó algunos de los ejes que se abordarán en esta instancia: “Van a estar muy presentes los temas de la justicia climática y de cómo los países industrializados responden y accionan ante la necesidad que tienen las islas de supervivencia. En ese sentido, la presidencia de la COP está poniendo temas como el de los pueblos originarios, de la justicia climática y de cómo aumentar la ambición en la acción climática”.
Respecto a la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, Vasconi señaló que hay una acción que ha tenido ese país que ha favorecido la salida del carbón y el incremento de las energías renovables, por lo que “no es tan fácil revertir lo que se ha hecho hasta ahora al interior de Estados Unidos. Sin embargo, todo lo que haga este país tiene un impacto muy grande en las negociaciones” subrayó.
En ese sentido advirtió que existe la posibilidad de un anuncio entre Estados Unidos y Japón, el que “puede ser bastante regresivo para las necesidades de la acción climática”.
En relación a Chile la experta señaló que “uno podría esperar que nuestro país avanzara en el anuncio de una mayor acción hacia la descarbonización de la economía ampliando el impuesto del carbono para otros sectores industriales”.
En febrero de 2017, con la ratificación del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, Chile se unió a otros 177 países del mundo y adquirió el compromiso de cumplir con ciertas metas en términos de adaptación y mitigación del Cambio Climático, establecidos por las NDC, incluyendo la reducción, al año 2030, de un 30% de gases de efecto invernadero por unidad de PIB en relación a la línea base de 2007 y el aumento de las capacidades de adaptación y de respuesta ante los impactos del cambio climático.