En conversación con Libres e Iguales, el reciente Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2017, profesor Abraham Magendzo, se refirió a la educación en derechos humanos en nuestra región, señalando que América Latina tiene una historia vinculada a la liberación de las dictaduras, lo que la ha instado a abordar los temas de preparación de los docentes en derechos humanos. En virtud de esta realidad se han creado diversas redes, nacionales y regionales, entre las que destacó la relevancia de la cátedra Unesco.
Pese a los avances, el Premio Nacional de Ciencias de la Educación insistió en que lo central es que la educación en derechos humanos contribuya a formar sujetos dialogantes, críticos y analíticos y que, en este aspecto, existe un largo trecho por recorrer: “la educación en derechos humanos no se hace cargo de los temas críticos que nuestras sociedades están viviendo”. Esto, en palabras de Magendzo, significa “analizar en educación los temas que hoy día están en la mesa del diálogo. Por ejemplo, un tema muy en boga es el de la corrupción, ¿por qué no abordarlo en las escuelas? Y abordarlo en su relación con los derechos humanos, ya que la corrupción afecta a los derechos humanos”. En este sentido, advirtió que los derechos humanos sí pueden ser un elemento de resistencia contra la corrupción.
En el aprendizaje de temas actuales, desde la perspectiva de los derechos humanos, los estudiantes deben ver cómo, en la cotidianidad, éstos pueden ser vulnerados. Por ejemplo, en el caso del bullying que es un acto de vulneración de derechos humanos. “Si los estudiantes entendieran la relación que hay entre el acoso y las violaciones a los derechos humanos, comenzarían a entender que no pueden transgredir los derechos de los otros. Eso se extiende al cyber bullying, que es mucho más fuerte”. En este sentido, Magendzo declaró que las instituciones formadoras no están preparando a los docentes para hacerse cargo de estos temas.
En el ámbito de la calidad, Magendzo apuntó a que no se está trabajando en profundidad el reconocimiento de los demás como iguales legítimos. La evaluación de la calidad educacional pone su énfasis en los contenidos. Por lo demás, Magendzo señaló que “el concepto de calidad en educación viene de la empresa”. Antes no se hablaba de calidad de la educación (…) La educación debe, entonces, comportarse como hace la empresa: debe producir la calidad, vender la calidad a ultranza, a veces con publicidad engañosa. Debe ser competitiva; que al otro le vaya mal para que me vaya bien a mí. Toda esa cultura entra a la educación”
Consultado respecto de cómo sepuede cambiar esta realidad, Magendzo señaló que las Instituciones formadoras tienen un rol cardinal: “hay una cosa que es clara: si queremos buena educación, tenemos que tener buenos profesores. No hemos puesto suficiente atención a la formación de nuestros profesores, y esto es vital”.