Inseguridad, mal funcionamiento del transporte, violencia entre pasajeros, alta rotación en planta de trabajadores y agresiones a choferes, la lista responde a los problemas que se viven al interior de los buses del Transantiago. Los datos, obtenidos en el estudio encargado por la Mutual de Seguridad, se basan en una encuesta aplicada a 500 choferes y 200 usuarios del transporte.
El análisis elaborado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile revela que el 57 por ciento de los conductores ha recibido agresiones físicas; más de un cuarenta por ciento acusa haber recibido escupitajos; y ocho de cada diez ha sido insultado verbalmente. De acuerdo a la investigación, los choferes también son víctimas de delitos como robos y asaltos, incluso un 53,8 por ciento confiesa haber sido secuestrado; además declaran que existen amenazas con armas blancas y de fuego.
Del otro lado, los pasajeros encuestados también declaran haberse sentido víctimas de episodios de violencia. Estos pueden ser entre pasajeros, pero también de choferes que agreden a los transportados: un 58% por ciento acusa haber sido agredido verbalmente por los conductores, mientras que un 9,1 por ciento denuncia violencia física.
Según la encuesta, más del veinte por ciento de los entrevistados confesó sentirse inseguro al interior de los buses. En promedio, y con una escala del 1 al 7, los usuarios califican la seguridad con un 3,4 y los choferes con un 4,3.
Algunas de las razones que, según los encuestados, explican el problema son el funcionamiento del transporte público de la ciudad, la poca valoración de los conductores por parte de la empresa y la sociedad, también el que vivimos en una sociedad “más violenta”.