A través de un comunicado de prensa, la Oficina de Comunicaciones del Vaticano informó que Bernard Law, arcipreste emérito de la Basílica Papal de Santa María la Mayor y Arzobispo emérito de Boston, murió esta mañana luego de padecer una larga diabetes, por la que estaba internado en un hospital de Roma.
El religioso, ordenado sacerdote en 1961, llegó a Boston (EEUU) en 1984. Ahí la iglesia reconoció su labor en el acercamiento con el mundo judío, pero también fue acusado de encubrir uno de los mayores escándalos de pederastia de la iglesia católica entre 1984 y 2002, asunto que lo llevó a la dimisión del cargo.
El purpurado, nacido en México en 1931, nunca entregó declaraciones sobre los casos de abuso a menores de edad revelados por un grupo de periodistas del Boston Globe. La historia alcanzó incluso ribetes cinematográficos cuando en 2015 Thomas McCarthy la narra bajo el nombre de Spotlight, película ganadora del Oscar como la mejor producción de ese año. Pese a la magnitud de las acusaciones, el mexicano siguió gozando de la protección de la Santa Sede comandanda por Juan Pablo II. El extinto pontífice le aceptó la renuncia al cargo en Boston, pero luego le confirió la responsabilidad de la basílica Santa María Mayor de Roma, donde fue su arcipreste. Hasta el final de sus días permaneció viviendo en la Basílica y mantuvo su rango de cardenal, lo que causó desazón en la comunidad de víctimas de abusados sexuales de la iglesia católica.
Según dio a conocer la investigación periodística, Law habría estado al tanto del delito cometido por algunos de los sacerdotes de su arzobispado, sin embargo, procuró la rotación de los prelados con el fin de no llevar las acusaciones a la justicia.
Con la llegada del Papa Francisco, Bernad Law tuvo que dejar de circular públicamente por los espacios vaticanos, pese a ello, se negó a declarar por su presunto encubrimiento hasta su último día de vida.