Con temor y preocupación recibieron los trabajadores del Municipal de Santiago la más reciente aparición pública de su director, Frédéric Chambert: “No hay otra solución”, fue lo que respondió cuando se le consultó si reducirá la planta para enfrentar los problemas económicos que atraviesa el espacio.
“El único camino es reestructurar la planta. Para agosto de 2018 se debe entregar un estudio sobre el tema y se deberán tomar decisiones. Todo será conversado. Sin eso no se puede avanzar”, dijo en una entrevista que publicó este miércoles el diario La Segunda.
El Municipal recibe subvenciones por cerca de nueve mil millones de pesos anuales, que provienen de tres fuentes: el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), la Municipalidad de Santiago y los municipios de Las Condes, Vitacura y Providencia.
Sin embargo, según Chambert, “hay un desfase que se fue creando los últimos 10, 15 años y que nos llevó a estar hoy en una posición de peligro que va a requerir medidas estructurales importantes para evitar una quiebra (…) El costo laboral aumentó un 57% y no se puede completar con eso. Va por un poco más de diez mil millones de pesos. Y el 2018 las subvenciones serán de nueve mil millones. Es decir, faltan mil millones para ítems como sueldos, puesta en escena, artistas, luz, gas, aseo”.
“Depender anualmente de las empresas no es el camino y genera inestabilidad. No sabemos si el Estado puede aportar más de lo que ya está haciendo y que es mucho. Ni siquiera se puede aumentar la capacidad ni aumentar el precio de las entradas que ya está alto”, argumentó el ex director del Teatro del Capitolio de Tolouse.
¿Cómo cayeron estas declaraciones entre los sindicatos del Municipal? “Como se puede recibir una noticia de este tipo nada más”, dice una resignada Emelyn Valenzuela, presidenta del Sindicato Técnico, que en octubre pasado protagonizó una huelga legal que se extendió por más de una semana y obligó a presentar funciones parciales de la ópera Lady Macbeth de Mtsensk.
La entrevista fue publicada justo cuando los funcionarios del teatro disfrutaban de una jornada de descanso, previa a las fiestas de fin de año, explica la dirigenta: “El caballero nos da libre el día y nos publica esta noticia… comprenderás el tipo de relación que él tiene con la gente del teatro. Para nosotros, es triste y espantoso enterarnos de los planes de nuestro director a través de los medios”.
Frédéric Chambert dice que necesita tomar estas medidas para evitar una quiebra. ¿Es así?
El teatro es una corporación y nosotros sabemos que permanentemente ha estado con un déficit importante, ante el cual obviamente todos tienen que hacer su parte. Para llevar a cabo todos los espectáculos que se nos agendan, todos tenemos que comprometernos. Aquí también hay una parte importante de gestión. Se han ido muchos auspiciadores y los abonados han tenido muchas quejas por el tipo de espectáculos que se ha estado presentando en el último tiempo. Es una situación que para nosotros no es extraña, el teatro siempre ha estado con problemas económicos, pero siempre se puede trabajar en equipo, todos poniendo de su parte. Es lo que hemos denunciado a partir de la huelga: hay aumentos importantes en términos administrativos, remuneraciones, ascensos varios. Hay gente que se potencia a un alto costo y no están enfocados en la visión primera, que es un teatro y un escenario.
Yo estoy muy consciente de que existe un mal manejo de los recursos, nosotros lo hemos vivido de forma permanente en nuestras instalaciones, muchas de ellas incluso poco dignas para cualquier tipo de trabajador. Son muchas situaciones. Él llegó tratando de empoderarse con estos ascensos, con cargos que quiso crear y temas más enfocados a salidas antes que ingreso de dinero. Obvio que eso nos va a llevar a un colapso.
¿Entonces no es válido el argumento de que el teatro si puede ir a la quiebra si no se reduce la planta?
Francamente, para mí, no. El teatro siempre ha estado en una situación compleja. Tampoco el directorio ni el presidente del directorio se han involucrado de la manera adecuada. Yo creo que la distribución de los ingresos nos ha llevado a esto. Hemos bajado la calidad en términos de producción. Eso no había ocurrido nunca. Te prometo que en las peores crisis del teatro esas situaciones no eran vividas. Te estoy comentando de gente como la nuestra, que tiene más de 30 años de experiencia, más de 15 o más de 20. Ese no es un argumento, realmente. Hemos tenido una mala administración, una pésima gestión en este último periodo, que ha complicado más la situación del teatro. Es evidente.
¿Esto es una represalia por la huelga de octubre pasado?
Este señor nunca entendió ni quiso entender la legislación chilena. Jamás reconoció que ha tenido un muy mal manejo en términos de relaciones humanas en el teatro. Aún cree que esto es una guerra. Son declaraciones fuertes e importantes las que ha hecho, perjudicando a un grupo importante de trabajadores. Las responsabilidades siempre se las atribuye a la huelga por el poco entendimiento de que es un proceso regular que él tiene que superar. Se equivocó, lo ha hecho mal, pero debería haberlo entendido como un espacio laboral propio y un derecho de los trabajadores. Esto de tener a la gente atemorizada, de hacer declaraciones como éstas previo a unas fiestas importantes… Hemos vivido amenazas permanentes por parte del director del teatro. Vive en una guerra permanente desde la huelga, es un proceso que no ha logrado superar.
¿Qué pasa con los otros sindicatos? ¿Van a responder de alguna forma?
Nos vamos a reunir y haremos las exigencias correspondientes a nuestro director y la alcaldía. Adentro del teatro se vive una situación del terror y hay hasta dirigentes sindicales que están inmovilizados. Este semestre la gente estará atemorizada y dividida. Todos quieren conservar su trabajo, entonces es una situación bien compleja.
Un espacio como el nuestro no es fácil de desarrollar. Desde el momento en que votamos la huelga, nosotros decidimos dejar ver todas las situaciones que se viven al interior del teatro, pero también exigir una administración como corresponde a un espacio cultural del nivel que tenía este teatro, que logró un prestigio reconocido en términos internacionales también. No estamos dispuestos a que una persona, en un par de meses, eche ese trabajo a la basura.