Antes de que el Papa Francisco arribara al país distintas voces cercanas a la iglesia católica insistieron en la necesidad de que Juan Barros, obispo de Osorno, abandonara su cargo para no ser una mancha en el viaje apostólico iniciado este lunes 15 de enero. Sin embargo, aquello no ocurrió.
Desde su nombramiento, en enero de 2015, el obispo de la Diócesis de Osorno se ha visto envuelto en polémicas, todas apuntando al presunto encubrimiento de abusos sexuales y su cercanía con Fernando Karadima, sacerdote condenado canónicamente por cometer estos delitos contra menores.
Exactos dos años después de su nombramiento y luego de innumerables acciones encabezadas por un grupo de laicos de la sureña ciudad, el sacerdote asistió a la misa masiva del Parque O´Higgins, haciendo uso de su derecho por ser obispo titular, compartiendo suelo con aquellos que públicamente han pedido su salida.
De inmediato se generaron las primeras reacciones, las que apuntaban a la impertinencia de su presencia en la explanada del centro de reuniones capitalino; también sus explicaciones: “Se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío”, dijo Barros a la salida de la misa, cuando fue abordado por un grupo de periodistas. El obispo acusado de encubrir a Fernando Karadima agregó que “la verdad es lo importante. Y la verdad es lo que tiene que primar”.
Mariano Puga, uno de los “curas obreros” que hoy es párroco en Villa Francia se unió a las protestas de los feligreses rechazando la permanencia de Barros en su cargo. “Ni zurdos, ni tontos” decían los carteles con los que los laicos respondían a lo que alguna vez les señalara el propio Francisco I, cuando ratificó en su cargo al cuestionado Juan Barros.
El jesuita Felipe Berrios criticó abiertamente la presencia del prelado en el Parque: “Debió haber tenido dignidad”, dijo agregando que su presencia deja una herida en el viaje apostólico. “Deja al papa en una situación difícil. Es violento para mucha gente que esté ahí. A mí me violenta porque contradice todo lo que dijo en Papa en La Moneda“, dijo haciendo alusión al perdón que el Sumo Pontífice pidió por todos los casos de pederastia protagonizados por la iglesia chilena.
En conversación con el programa Semáforo, Álvaro Ramis, teólogo y doctor en Filosofía recordó la polémica generada luego que se conociera la carta que en 2015 redactara el propio Francisco. En la misiva, el Papa compartía con el nuncio Ivo Scapolo su determinación de sacar a Barros y a otros dos obispos de sus cargos, para dejar a la iglesia católica chilena en un mejor pie con relación a sus feligreses, plan que quedó sin efecto, al parecer por acción del propio enviado de la Santa Sede a Chile.
La presencia de Barros en la misa masiva ya es comentada a nivel internacional. Países vecinos recogen la molestia y sorpresa por la presencia del Obispo en la misa, justo después del discurso ofrecido por el Papa en La Moneda.