Papa Francisco tiene su primer encuentro masivo en misa del Parque O'Higgins

El Sumo Pontífice encabezó una ceremonia de la que participaron cientos de miles de personas y en la que subrayó la búsqueda de la paz. También estuvo presente el cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros.

El Sumo Pontífice encabezó una ceremonia de la que participaron cientos de miles de personas y en la que subrayó la búsqueda de la paz. También estuvo presente el cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros.

Un fuerte énfasis en la búsqueda de la paz y una serie de referencias a la Iglesia Católica chilena y la ciudad de Santiago marcaron la homilía que el Papa Francisco hizo en la mañana de este martes, durante la masiva misa realizada en el Parque O’Higgins.

La ceremonia se inició pasadas las 10:20 de la mañana y se extendió por cerca de una hora y 15 minutos, ante unas 400 mil personas que ocuparon la explanada del recinto.

La misa contó con la participación del cardenal Ricardo Ezzati y con los líderes de las diferentes diócesis chilenas. Entre ellos se encontraba el obispo de Osorno, Juan Barros, fuertemente cuestionado por encubrir abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima. 

“Se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío”, dijo el religioso luego de la misa, consultado por la prensa debido a la controversia que generó su presencia. “La verdad es muy importante y la verdad es lo que tiene que primar”, añadió, desconociendo la carta que trascendió hace pocos, que reveló los planes del Vaticano para que renuncia o se tomara un periodo sabático.

Durante su homilía, el Papa Francisco subrayó la búsqueda de la paz, cuestionó el “consumismo tranquilizante” y llamó a hacer frente a la resignación, “un murmullo grosero que socava nuestros lazos vitales y nos divide”.

Asimismo, el Sumo Pontífice incluyó diferentes referencias a la ciudad de Santiago: “Qué bien nos hace pensar que Jesús, desde el cerro Renca o Puntilla, viene a decirnos bienaventurados. Sí, bienaventurados vos y vos y vos y vos, a cada uno de nosotros. Bienaventurados ustedes que se dejan contagiar por el espíritu de Dios y luchan y trabajan por ese nuevo día, por ese nuevo Chile, porque de ustedes será el reino de los cielos”, dijo.

“Encomendémonos a la Virgen Inmaculada que desde el cerro San Cristóbal cuida y acompaña a esta ciudad, que ella nos ayude a vivir y desear el espíritu de las bienaventuranzas, para que en todos los rincones de esta ciudad se escuche, como un susurro: bienaventurados los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios”, dijo al finalizar su intervención.

“¿Quieres paz? Trabaja por la paz”, señaló Francisco, en una homilía que también hizo referencia al cardenal Raúl Silva Henríquez: “No puedo dejar de evocar a ese gran pastor que tuvo Santiago, cuando en un Te Deum decía: si quieres la paz, trabaja por la justicia. Y si alguien pregunta qué es la justicia o si acaso consiste solamente en no robar le diremos que existe otra justicia, la que exige que cada hombre sea tratado como hombre”, dijo, provocando aplausos de la asistencia.

“Sembrar la paz a golpe de proximidad, a golpe de vecindad, a golpe de salir de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal, que no ha sido tratado como persona, como un digno hijo de esta tierra. Esta es la única manera que tenemos de tejer un futuro de paz, de volver a hilar una realidad que se puede deshilachar”, añadió.

“Como decía San Alberto Hurtado, está muy bien no hacer mal a nadie, pero está muy mal no hacer el bien. Construir la paz es un proceso que nos convoca y estimula nuestra creatividad para gestar relaciones capaces de ver en mi vecino no a un extraño o desconocido, sino a un hijo de esta tierra”, afirmó a continuación.

Finalizada la misa, el Papa Francisco abordó nuevamente el auto que lo llevó hasta el Parque O’Higgins para retornar a la Nunciatura Apostólica, en la comuna de Providencia, donde tomaría un descanso antes de continuar con su agenda de actividades.





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