Poca presencia femenina y varias caras conocidas tiene el nuevo cuerpo ministerial que asumirá sus funciones el 11 de marzo próximo. Los secretarios de Estado que más llamaron la atención fueron los que ocuparán las carteras de Defensa, Educación y Relaciones Exteriores ya sea por sus antecedentes en la materia que a partir de marzo encabezará como es el caso de Alberto Espina, o la falta de antecedentes y experiencia política de los designados Gerardo Varela y Roberto Ampuero. Sebastián Piñera defendió sus nominaciones y recalcó los principales temas de interés de su gobierno.
“Queremos hacer una profunda modernización de las políticas sociales para que estén realmente al servicio de la gente y no muchas veces atrapadas en la burocracia o en objetivos laterales”. En cuanto a la Cancillería, el presidente electo señaló que será ocupada por alguien que “tiene mucha experiencia en relaciones internacionales, fue embajador y, además de eso, es una persona que tiene una inteligencia y una capacidad muy grande”.
Respecto de la cartera de Educación, sostuvo que “es un derecho y es un bien y por tanto nosotros, tal como lo hemos dicho, vamos a asegurar la gratuidad para todos los alumnos que la necesitan y que la merecen”.
La incertidumbre por el perfil de Alberto Espina como ministro de Defensa
Los nombres que estarán con el presidente electo Sebastián Piñera en el gabinete son varios conocidos. Ex parlamentarios, ex ministros y una que otra novedoso que se estrenará en las altas esferas políticas.
Uno que dará continuidad a su vida política, pero esta vez desde el Ejecutivo, es el hasta ahora senador de Renovación Nacional, Alberto Espina. El parlamentario termina el 11 de marzo su período de ocho años representando a La Araucanía en el Congreso y se sentará en una de las oficinas más importantes y delicadas del Gobierno: el Ministerio de Defensa.
Para los partidos y personas que se oponen a Chile Vamos la noticia provoca algunos escalofríos, debido a las rígidas posturas que ha señalado públicamente Espina en su labor como senador, sobre todo en el uso de las fuerzas militares para preservar el estado de derecho.
Por ejemplo, a raíz de los ataques incendiarios que ocurren en La Araucanía, en 2015 el congresista instó al gobierno de Michelle Bachelet a aplicar el Estado de Emergencia, estado de excepción constitucional que puede implicar la restricción de libertades individuales como la de reunión, la que podría incluso ser vigilada por militares.
Pero en conversación con nuestro medio, el futuro ministro se refirió a cuáles cree que serán los ejes que marcarán su gestión, restando en el discurso un carácter polémico.
“En primer lugar, trabajar por la modernización de las Fuerzas Armadas, en el sentido de lograr que tengan la más alta tecnología y capacidad para defender las fronteras de nuestro país, tomando en cuenta que siempre queremos la paz social. Luego, es muy importante incorporar a las Fuerzas Armadas aún más activamente en lo que son actividades propias de la sociedad civil, como las catástrofes y terremotos. Después tenemos que ver el sistema de financiamiento de las Fuerzas Armadas, que ha estado en el debate, la Ley Reservada del Cobre. Pero primero tengo que enterarme en detalle”, dijo.
Aunque en la Nueva Mayoría existen voces que más allá de las diferencias partidarias reconocen la capacidad técnica del futuro ministro. Uno de estos es el senador del PPD, Felipe Harboe, quien compartió durante años con Espina en la Comisión de Constitución del Senado, instancia en la que también estaba el futuro ministro de Justicia, Hernán Larraín, para quien el parlamentario de Ñuble tuvo palabras.
“Siempre es gratificante. Hay dos miembros de nuestra Comisión de Constitución, Hernán Larraín y Alberto Espina, que son parte del nuevo gabinete. Ellos tienen una experiencia parlamentaria muy importante, hemos conversado del nuevo rol, ya no pueden hablar como senadores, ahora son parte de un equipo y tienen que hablar cuando el jefe del equipo los deja. Siempre disponible para ayudarlos, más allá de las diferencias políticas son de los nuestros, de la Comisión de Constitución”, señaló.
Pero la incertidumbre tiene sus fundamentos, tal como lo explicó la cientista política y académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Mireya Dávila.
“Él tiene una mirada sobre el tema de La Araucanía muy compleja, eso me tiene sorprendida. Hay que pensar en un rol más a largo plazo en las Fuerzas Armadas y él tiene una visión no centrada justamente en eso, él viene de la Fundación Paz Ciudadana y súper activo en ese ámbito”, expresó.
Una de las situaciones que se podría dar para complicaciones según Dávila es la posible lógica de Espina de relacionar a las Fuerzas Armadas con la seguridad pública. Pero el futuro ministro tendrá que desenvolverse en un contexto de gobierno y eso será clave. Sobre esto, la especialista apuntó a que el actual senador es de Renovación Nacional, uno de los partidos de más peso de Chile Vamos y en el cual él es respetado. Asimismo, como otro punto a favor, el parlamentario cuenta con el respaldo y cercanía de Sebastián Piñera.
Gratuidad y fin al lucro, los desafíos del Ministro de Educación
Las críticas al nombramiento de nuevo ministro de Educación no se hicieron esperar y es que las declaraciones que Gerardo Varela en sus columnas de El Mercurio y El Líbero dan cuenta de su posición en contra del fin al lucro y la gratuidad.
“La educación es un mercado donde los colegios y universidades compiten entre ellos por los mejores alumnos, por dar la mejor calidad y por mejorar la empleabilidad”. “No es la gratuidad ni la prohibición del lucro —y menos de la selección y el copago—, sino que el desafío es cómo seguir atrayendo inversiones”. Estas son dos de sus declaraciones sobre emblemáticas iniciativas del gobierno de Bachelet y que, en su nuevo rol como secretario de Estado, Varela deberá llevar a término, puesto que el proyecto de educación superior aún se encuentra en el último trámite.
Frente a estas declaraciones y al nombramiento del nuevo titular de Educación, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar reconoció su preocupación. “Se trata de una persona que tiene un perfil absolutamente neoliberal y libremercadista a ultranza. Revisando su trayectoria, sus columnas y opiniones demuestra que es una persona ultra ideologizada en favor de la doctrina neoliberal. Si esa va a ser su política a aplicar en Educación, evidentemente eso resulta absolutamente preocupante”.
En la misma línea, el presidente del Magisterio expresó que “cada vez que él ha hecho declaraciones en materia educacional en el pasado reciente lo ha hecho en favor del lucro, propiciando una prioridad de la educación privada por sobre la educación pública, ha tenido dichos absolutamente insolentes, muy poco respetuoso de nuestro gremio docente”.
Manuel José Ossandón, quien se encontraba en la ceremonia de presentación del gabinete de Sebastián Piñera, dijo no conocer a Gerardo Varela y relevó las promesas realizadas por el presidente electo durante su campaña. “Tengo claro que el compromiso que el Presidente tiene conmigo es el tema de la gratuidad, que nadie va a disminuir la gratuidad en Chile y que vamos a llegar al noventa por ciento en los alumnos técnicos profesionales. Yo me quedo con lo que dice el capitán del equipo, que es el Presidente”.
Otro parlamentario que analizó la elección del nuevo ministro de Educación fue Fidel Espinoza, presidente de la Cámara de Diputados: “No quiero ser categórico a minutos que el Presidente ha nombrado su gabinete, pero éste es un ministro que tuvo claramente en sus posiciones una animadversión a la reforma educacional y eso nos debe preocupar”.
Por su parte, Juan Manuel Zolezzi, rector de la Universidad de Santiago, se refirió a las declaraciones de Gerardo Varela en las que afirmó que “la Educación es un derecho y, al mismo tiempo, un bien económico”. Frente a esto el rector de la Universidad de Santiago sostuvo que un punto central será la capacidad de diálogo que generen los actores. “Nosotros tenemos claridad respecto a nuestros conceptos de Educación. En más de alguna oportunidad podremos tener contrapuntos con el Ministro, pero creo que las personas tienen que ser capaces de expresar sus concepciones y tratar de avanzar en los temas país”.
Gerardo Varela, como ministro de Educación, tendrá desafíos que vienen determinados por el desarrollo del gobierno que está acabando. Entre ellos está la finalización del trámite legislativo de la Ley de Educación Superior, comenzar con la implementación de los cuatro primeros servicios locales que forman parte de la restructuración del modelo de educación escolar pública; así como también completar la implementación de la carrera docente que tiene que funcionar en términos de los apoyos a los profesores. Además de los compromisos hechos por Piñera que prometía enfatizar en la innovación educativa.
Roberto Ampuero: De joven comunista a hombre de confianza de Piñera
Ser ministro, más allá de representar un gabinete y realizar una labor administrativa, es el premio a la confianza de un presidente. El anuncio realizado por el mandatario electo, Sebastián Piñera, que posiciona al escritor como ministro de Relaciones Exteriores, se robó la atención del mundo político y de la opinión pública. El futuro canciller pisó el ex Congreso nacional luego que su –ahora- jefe lo anunciara como el nuevo ministro. Con su traje negro compartió escenario con figuras como Andrés Chadwick y Cristian Monckeberg, lo que ni en sus locos sueños de juventud pudo imaginar.
A lo largo de su vida hay una directa relación con la literatura y su labor de escritor. Su juventud avanzó entre sus ideales políticos donde en los años 70 figuró como militante de las Juventudes Comunistas, lo que le trajo como consecuencia el exilio a Cuba, entre los viajes que realizó después pasó de la Alemania Oriental a la Occidental, siendo ésta la primera señal de los cambios que se vendrían.
Para el otrora candidato presidencial y ex ministro de Salvador Allende, Jorge Arrate, con el escritor “ha pasado lo de los conversos, que se convierten y transforman en adoradores de aquello de lo que se convirtieron. Este hombre se convirtió en un adorador del mercado, del libre mercado y del anticomunismo’.
Desde entonces, la vida del escritor dio un giro en 180°. Luego de la salida de Luciano Cruz-Coke del ministerio de Cultura en 2013, fue Roberto Ampuero quien lideró la cartera en el último tiempo de gestión de Piñera, comenzando las cercanías con los cargos políticos.
Desde entonces, continuó su carácter frontal y las redes sociales son vitrina de ello, espacio donde los usuarios han leído sus opiniones de la agenda internacional. En agosto de 2017, manifestó en Twitter que “si Maduro tenía un sueño, Trump se lo hizo realidad: amenazar con invasión. Justo lo que necesitaban Maduro y la izquierda que lo apoya”. En la misma red social pero en diciembre de 2016 afirmó sentirse extrañado de la izquierda “que dice representar a los pobres”. “Celebre tanto que Mujica viva como clase media. ¿Será porque resto de sus líderes vive de otra forma? (Castro, Maduro, Correa, Lula, Ortega, Dilma, García, Cristiana Fernández, Evo, etc)”, agregó.
Luego de la foto oficial, el futuro ministro del Interior habló de la figura del escritor. “Roberto Ampuero es un signo de libertad” afirmó Andrés Chadwick. “Desde esa perspectiva el Presidente también ha pensado en ir generando un camino que oriente la política exterior chilena”.
Así como los adherentes a Piñera defienden el nombramiento, hay quienes mantienen opiniones diferentes. Para Jorge Arrate el nombramiento de Ampuero nos puede poner en una posición dificil. “Creo que su anti Cuba, su anti Evo Morales, nos coloca en una situación complicada en el concepto de América Latina”.
Para Arrate la designación de ministros no obedece al carácter nacional que prometió Sebastián Piñera previo al anuncio de este martes. En su visión política aseguró que había nombres en la derecha que podrían haber ocupado el cargo, con muchos más títulos y “con una visión y perspectiva del mundo más amplia que la estrecha con la cual Ampuero hizo carrera”.