El mundo científico se agita a la espera de la cuenta regresiva para el lanzamiento de prueba del cohete Falcon Heavy. Según el fundador de la empresa espacial Space X, el sudamericano Elon Musk, si todo sale bien y si la astronave “no explota en pedacitos”, se convertiría en el lanzador pesado más potente del mundo.
Esto significa que el Falcon Heavy podría ser usado en 2018 para llevar a cabo un viaje turístico en la órbita lunar. El lanzamiento tendrá lugar en el centro espacial de la NASA en Cabo Cañaveral, en Florida, a la 1:30PM hora local.
¿En qué consiste esta prueba?
La idea es probar las capacidades de propulsión de este nuevo cohete, que es en realidad la versión mejorada de un vehículo de lanzamiento espacial reutilizable que ya había desarrollado SpaceX y que se llamaba Falcon 9.
Permitirá propulsar en el espacio cargas útiles muy pesadas y a la vez lograr una velocidad de escape superior a cualquier otro vehiculo de la historia.
El Falcon Heavy podrá cargar en la órbita baja terrestre (entre 200 y 2000 km sobre la superficie de la Tierra) aproximadamente 64 toneladas, y en la órbita de transferencia geoestacionaria hasta 27 toneladas. Esto sólo lo ha logrado el véhiculo Saturno V, en los años 60, el mismo que llevó a las naves Apolo y a los austronautas de la NASA hasta la Luna.
Para esta prueba, Musk anunció que llevará a bordo un maniquí llamado Starman, vestido con un traje espacial, sentado dentro de su famoso automóvil deportivo eléctrico Roadster Tesla.
El Falcon Heavy será lanzado al espacio profundo, a una distancia similar a la que está Martes con respecto al Sol, pero sin acercarse al planeta rojo dado que éste no está actualmente alineado con la Tierra.
¿Qué consecuencias puede tener este lanzamiento sobre el futuro de la industria espacial?
Primero que todo, desarrollaría el turismo espacial. Hace un año, SpaceX anunció su intención de llevar a la Luna a dos astronautas “sin experiencia” : es decir, con entrenamiento físico adecuado pero la nave estaría controlada desde la Tierra.
Los viajes espaciales turísticos ya existen, pero se limitan a viajes entre la Tierra y la Estación Espacial Internacional que queda a 400km de altura.
El Falcon Heavy permitiría a los turistas alcanzar la órbita lunar, en una cápsula, a una distancia de 384 400 km de altura desde la Tierra. SpaceX anunció que sería posible en 2018.
Por otro lado, esto también abre la puerta a posibles misiones a Marte más adelante. Jean-Marc Astorg, del Centro Nacional Francés de Estudios Espaciales, explicó a RFI : “El vehículo que permitirá algún día ir a Marte no ha sido construido todavía. SpaceX ya lo anunció y lo ha llamado el Big Falcon Rocket. pero tendremos que esperar un buen rato antes de que nazca.”
¿Qué podría salir mal?
Para llegar a la versión mejorada del cohete, la empresa de Elon Musk tuvo que enfrentar muchos fracasos, sobretodo explosiones durante despegues y aterrizajes de prueba de sus vehículos. Han sido tantos, que SpaceX recopiló algunos de ellos en video.