Durante años años, el dramaturgo japonés Oriza Hirata pensó una fórmula para combinar ciencia, tecnología y teatro. Para él, a principios del 2000, el panorama estaba casi listo para concretar esta mezcla, no obstante, faltaba unir las piezas que permitieran crear una obra cuyo elenco estuviera integrado por un robot.
Con los años, su idea se materializó de tal forma que en 2010 estrenó en Japón la obra Sayonara, texto protagonizado por el androide Geminiod F y una actriz. Entonces, la presentación fue un éxito, por lo que incluso se realizó una adaptación de la obra para el cine.
“El proyecto comenzó cuando estaba en la Universidad de Osaka. Sin embargo, hace mucho venía pensando en hacer piezas con robots. Además, antes ya había escrito obras sobre ciencia, entonces, éste era un tema que me interesaba”, explica Hirata sobre el origen de la pieza que será presentada en Chile en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) a partir del 23 de marzo.
La pieza cuenta la historia de una mujer, quien dialoga con Geminiod F sobre la vida, la muerte y la trascendencia humana. La conversación se da luego de un desastre nuclear.
Costos y ventajas
Según Hirata, el trabajar con androides tiene tantos beneficios como costos. Para él, por ejemplo, “la ventaja es que ella no necesita que le paguen”, sin embargo, afirma que los androides tienen muchas más restricciones que los actores. “No pueden caminar o hacer otras cosas. Los robots se rompen más a menudo”, dice.
El dramaturgo también señala que para poder crear la verosimilitud que se requiere en escena el factor principal es la sincronización entre movimiento y diálogo. Según explica Hirata, esto es complejo, sobre todo si se considera que Geminiod F no puede desplazarse durante la función. “El que el androide pueda moverse cuesta cerca de 2 billones de yenes”, comenta el dramaturgo.
Incluso, Hirata sostiene que en el futuro no será extraño encontrarse con piezas de este tipo. “En 30 años será inevitable involucrar a los robots en el arte (…) Además, a veces, en Hollywood los actores son reemplazados por robots en ciertas escenas de peligro”, afirma el autor del proyecto.
El diseño del robot estuvo a cargo del profesor e ingeniero Hiroshi Ishiguro, quien gracias al trabajo realizado con Geminiod F, obtuvo el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología que entrega el Ministerio japonés de Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología.
En Chile la presentación de la obra se realizará en japonés con subtítulos en español. La entrada tiene un valor de $5.000 (preventa general), $6.000 (general) y $3.000 (estudiantes y tercera edad).
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