El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó este lunes la creación de un Área Marina Protegida en Caleta Tortel, región de Aysén, tras diez años de trabajo en conjunto entre la organización de conservación marina Oceana, la comunidad, la Municipalidad de Tortel, y la Seremi del Medioambiente de Aysén, entre otros.
La propuesta de la comunidad de Caleta Tortel contó con el apoyo científico de Oceana, que luego de cinco expediciones logró determinar la riqueza biológica de esta zona, destacando la presencia de invertebrados y de especies endémicas como el delfín chileno, además de esponjas y corales.
La nueva zona protegida comprenderá 6.702 kilómetros cuadrados, divididos en una porción oceánica en el Golfo de Penas, y otra al interior, en los canales que rodean Caleta Tortel.
Para Liesbeth Van der Meer, Directora ejecutiva de Oceana Chile, la decisión del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad es un deseo consumado tomando en cuenta el trabajo invertido para tal.
“Han sido diez años de trabajo científico que finalmente se ven coronados con la creación del área marina protegida, cumpliendo un anhelo de la comunidad y del que estamos muy orgullosos de haber contribuido”, expresó.
En ese sentido Van der Meer también destacó el medio ambiente especial y único de la zona, generado por las aguas glaciales, fluviales y marinas.
Por su parte, el alcalde de Tortel, Bernardo López, dijo que la creación del área marina protegida dará un impulso importante a la actividad ecocómica sustentable de la localidad.
“Es una excelente noticia para todos los tortelinos, que trabajamos en conjunto para proteger definitivamente nuestro medio ambiente. La figura de área marina costera protegida de múltiples usos permitirá que desarrollemos actividades económicas sustentables en torno al turismo, a la pesca artesanal, a los cultivos de recursos marinos nativos y un sin número de otras actividades que podemos desarrollar en la zona de fiordos y canales de Caleta Tortel”.
Caleta Tortel se encuentra en el corazón de la Patagonia, es uno de los pocos lugares prístinos de Chile, y no cuenta con calle alguna.
En la localidad habitan cerca de 500 personas que viven principalmente del ecoturismo, pesca artesanal y el comercio de madera. En el área protegida confluyen los ríos Baker, Bravo y Pascua, que unidos a las aguas salinas y a los glaciares Stephens y Jorge Montt, permiten la existencia y conservación de decenas de especies marinas.
Hace sólo dos años los fiordos de Caleta Tortel se vieron amenazados por la inminente instalación de salmoneras, sin embargo, esos proyectos se detuvieron con el objetivo de preservar el medioambiente del lugar.