Adiós a Jorge Rojas, el hombre que puso a bailar al fútbol chileno

El fundador de los Ramblers y creador de “El rock del Mundial” murió a los 80 años, debido a las lesiones que sufrió en el accidente carretero donde también falleció el vocalista Valentín Fernández.

El fundador de los Ramblers y creador de “El rock del Mundial” murió a los 80 años, debido a las lesiones que sufrió en el accidente carretero donde también falleció el vocalista Valentín Fernández.

Hubo un tiempo en que parecía que todo se podía solucionar bailando rocanrol. A esa época pertenecía Jorge Rojas Astorga, el fundador de los Ramblers, que en la madrugada de este martes murió a los 80 años, víctima de las heridas que le provocó un accidente carretero ocurrido el pasado 24 de febrero. En aquella madrugada murió también su compañero Valentín Fernández, porque la banda regresaba luego de presentarse esa misma noche en Parral.

Rojas, nacido el 3 de enero de 1938, tocó con su grupo hasta el final. Era de esos músicos que parecieron tener clara su vocación desde siempre. Cuando estaba en el Liceo Manuel Barros Borgoño tocó dixieland, cuando salió formó una orquesta para tocar swing y rocanrol de la vieja escuela, con chaqueta, humita y pelo engominado. Antes que la Nueva Ola fuera un fenómeno reconocible, los Ramblers se hicieron estrellas de la vieja Radio Minería, lograron una temporada exitosa en el Casino de Viña del Mar y de inmediato pasaron a animar la tercera versión del festival de la ciudad. Ahí los encontró el productor Camilo Fernández, que con su incipiente sello Demon les ofreció grabar y publicar el hit que tocaban por entonces y que los grandes sellos de la época pasaron por alto.

Esa canción la había compuesto Jorge Rojas, se llamaba “El rock del Mundial” y en menos de tres minutos condensaba dos hechizos que entonces cayeron sobre el país: fútbol y rocanrol. El disco de siete pulgadas salió en mayo de 1962, a pocas semanas del inicio de la Copa del Mundo, y fue un bombazo cuyo onda expansiva nunca dejó de sentirse. Era puro vigor, ansiedad, optimismo. En un país con menos de ocho millones de habitantes, se vendieron 600 mil copias, según Camilo Fernández. Cifras más o menos, no hay duda de que esa canción quedó grabada a fuego. No hay chileno que no conozca “El rock del Mundial”, no hay quien no sea capaz de balbucear ese coro certero: tómala, métete, remata, ¡gol de Chile!

Con vaivenes, los Ramblers luego hicieron una carrera que ha durado hasta hoy. Después de ese éxito sacaron un primer LP homónimo, con otras canciones infecciosas (“Mucho amor”, “Viajeros a la luna”, “Twist del estudiante”) y una carátula finísima. También firmaron con EMI Odeon, vieron las salidas y retornos del cantante Germán Casas, vivieron incesantes cambios en su formación, grabaron otros clásicos (“Eres exquisita”, “Prende una mechita”, “Jamás”), tuvieron líos en tribunales.

Pero antes de todo estuvo “El rock del Mundial”, una canción con escasísimos rivales dignos en un imaginario torneo de popularidad. El fútbol chileno tampoco volvió a tener una melodía y una letra como esas, quizás porque son vestigios de otra época. La orquesta de los años felices es el título acertado para una antología de los Ramblers. Si no eran felices, al menos eran más inocentes. “A los equipos extranjeros / demostraremos buen humor / y como buenos chilenos / hidalguía y corrección” son versos de otro vocabulario. Aunque Leonel Sánchez luego agarrara a combos al italiano Mario David, en “El rock del Mundial” parece habitar el mismo espíritu que se lee en la revista Estadio, que se escucha en los relatos de Julio Martínez, que se palpa en las camisetas sobrias y raídas de los sesenta, que se adivina en esos goles festejados a puro salto y con los reporteros revoloteando en plena cancha. Solo ese espíritu permitía finalizar una estrofa así: “Y aunque sea en la derrota / bailaremos rocanrol”.

Foto: Los Ramblers en el Estadio Nacional. Jorge Rojas es el segundo de derecha a izquierda. Foto: losramblers.cl.




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