Por casi 20 años, las películas del matrimonio de Nieves Yankovic (1916-1985) y Jorge di Lauro (1919-1990) permanecieron en el Cine Arte Normandie, que a mediados de los ‘90 tenía intenciones de crear un área de conservación y difusión. Pero, con el paso del tiempo, Gisela Cares, hija de la pareja, decidió trasladar los registros a la Cineteca Nacional.
Una vez allí, el equipo de la Cineteca comenzó a trabajar en la restauración de las películas. Este resultado será exhibido a partir de este miércoles en el marco de la conmemoración de los 12 años del espacio.
“Escogimos la restauración de la colección de Nieves Yankovic y Jorge di Lauro para celebrar nuestro aniversario porque nos parece que es uno de los trabajos más importantes de la historia de nuestro cine”, explica Mónica Villarroel, directora de la Cineteca Nacional.
Según la investigadora, esta labor no fue fácil, sobre todo porque en los registros figuraban obras que estaban incompletas. “Incluso, en algunos casos hubo que trabajar a partir de copias”, dice.
El ciclo dedicado Nieves Yankovic y Jorge di Lauro contempla el documental Andacollo (1958), que exhibe la celebración de la Virgen de Andacollo en Coquimbo; Los artistas plásticos de Chile (1960), que muestra la primera Feria de Artes Plásticas del Parque Forestal; San Pedro de Atacama (1964), que presenta el cotidiano de la población nortina así como un relato del sacerdote Gustavo Le Paige; e Isla de Pascua (1965), cinta que expone las costumbres de los habitantes del pueblo Rapa Nui.
En búsqueda de la “cultura viva”
Para Mónica Villarroel, una de las principales características de la obra del matrimonio tiene que ver con el enfoque antropológico de los registros. “También tenían una línea autoral muy reconocible que fue el antecedente de lo que hoy nosotros conocemos como el nuevo cine chileno de los años 60”, explica.
La filmografía de los cineastas comprende nueve documentales realizados entre 1958 y 1974. Estos trabajos se efectuaron en un contexto de cambios para el cine nacional. En este sentido, la Directora de la Cineteca Nacional sostiene que el matrimonio rompió con las imposiciones de la industria para “buscar una cinematografía que estaba en contacto con la cultura viva”.
“En definitiva, ellos decidieron hacer un cine que rescata la identidad nacional”, comenta la investigadora.
Por su parte, Gisela Cares, hija del matrimonio, sostiene que el trabajo de sus padres fue fundamental en el sentido de que permiten conocer una realidad que ya no existe. “Sus documentales son testimoniales, muestran algo que ya no está. También está la visión cristiana que tenían y la búsqueda de las raíces”, afirma.
Según recuerda Cares, quien vive en Peñaflor alejada del mundo audiovisual, sus padres siempre lo dieron todo por el cine. Incluso, cuando el trabajo escaseaba. “Ellos tenían cosas increíbles y uno de los medios que tenían para conseguir recursos era vender sus cosas. Todo lo que hicieron fue a pulso. No tenían otro financiamiento. A parte, nosotros vivimos una época muy difícil en Chile. A mi padre lo echaron de ChileFilms en 1975 y de ahí ninguno de los dos tuvo trabajo por razones políticas. Entonces, durante mucho tiempo sobrevivimos vendiendo antigüedades”, recuerda.
“Al final, como no había ninguna posibilidad de trabajo tuvieron que hacer lo que más querían: enseñar, entregar a las nuevas generaciones nuevos conocimientos y se dedicaron a hacer talleres de cine audiovisual”, dice.
Las películas
Las películas de Nieves Yankovic y Jorge di Lauro estarán en la cartelera de la Cineteca Nacional hasta el 19 de marzo. Además, la entidad sorteará entradas de manera diaria a través de sus redes sociales. Asimismo, se lanzará un DVD con las cuatro películas restauradas. Esto irá acompañado de un libro biográfico sobre los documentalistas. Este texto incluirá una entrevista inédita que el crítico David Vera Meiggs les realizó a los cineastas en 1980.