Fue el primer docu reality de la historia de la televisión. Un helicóptero de la policía estadounidense perseguía por una autopista de Los Ángeles, California, a una camioneta Ford Bronco blanca. En ella viajaba quien fuera una de las más grandes estrellas del fútbol americano: Orenthal James Simpson, O.J., como se le conoció siempre, quien huía en calidad de fugitivo luego de no haber cumplido su promesa de entregarse a las autoridades para declarar por los brutales homicidios de Nicole Brown y Ronald Goldman. Los canales de televisión y las estaciones de radio del país norteamericano alimentaron el morbo público, informando que el deportista estaba armado y amenazaba con suicidarse.
La fuga terminó frente a su casa y su rendición fue transmitida en directo para millones de televidentes, convirtiéndose en el preludio de una serie de televisión transmitida entre enero y octubre de 1995, cuyos siguientes capítulos contarían sobre el juicio del famoso y millonario jugador de fútbol americano. Sentado ante el juez y un jurado, O.J. se probó los guantes encontrados en la escena del crimen y que eran la prueba más contundente de la fiscalía. Con expresión de triunfo y una media sonrisa, mostró al público, cámaras, abogados y al jurado que no eran del tamaño adecuado para sus grandes manos. ¿El resultado? No culpable.
La secuencia de imágenes de la lectura del veredicto forma parte del acervo de la cultura popular estadounidense y mundial.
La entrevista
Pero Simpson no se conformó con eso. Siempre fue un personaje polémico y provocador y a los once años de su absolución decidió lanzar un libro en el que se narra cómo se habrían cometido los crímenes, “si lo hubiera hecho”. Y así es exactamente cómo decidió titularlo: “If I did it“. La publicación nunca vio la luz debido a la campaña iniciada por la familia de Ronald Goldman, lo que también alcanzó a la entrevista que la cadena FOX había preparado para ser emitida en forma conjunta con el lanzamiento de la novela.
Pero eso cambió esta semana. FOX emitió The Lost Confession?, la entrevista que se había realizado hace doce años. En ella, Simpson le cuenta a la periodista Judith Regan una versión “hipotética” de los hechos, sin embargo, rápidamente olvida usar los condicionales y comienza a hablar en primera persona de lo sucedido esa noche.
“Olvida todo lo que crees saber de esa noche, porque soy el único que sabe lo que pasó”, dice Simpson.
El ex jugador de la NFL también menciona a un amigo, “Charlie”, quien lo acompañó a confrontar a Brown y le entregó a Simpson el cuchillo con el que se cometió el doble crimen.
“A medida que las cosas se calentaron, solo me acuerdo que Nicole se cayó y se lastimó y este tipo empezó a hacer una cosa de karate. Entonces, yo dije: ‘Bueno, ¿tú crees que puedes darme una paliza? Y recuerdo que tomé el cuchillo –me acuerdo de esa parte, agarrar el cuchillo que tenía Charlie– y para ser honesto después de eso no recuerdo más, excepto que estoy de pie allí y hay un hay todo tipo de cosas alrededor y…” contó Simpson a Regan.
La entrevista avanza y en ella se detallan muchos pormenores escabrosos que coinciden con la tesis de la Fiscalía cuando presentó su caso ante la justicia. Llama particularmente la atención la respuesta que entrega a Judith Regan, luego de ser consultado por el famoso guante encontrado en la escena del crimen: “Obviamente debí haberme quitado un guante después del asesinato, dado que uno fue encontrado en la escena”.
La familia de Ronald Goldman declaró a través de su abogado que agradecían la transmisión la entrevista. “Mientras la justicia ha eludido a nuestra familia, Fox Entertainment les permite a todos hacer su propio juicio”.
“The Juice”, como fue conocido Simpson, pasó nueve años encarcelado por secuestro y robo a mano armada en un incidente de 2008, cuando quiso recuperar por la fuerza una serie de trofeos deportivos y fotografías personales que se encontraban en poder de coleccionistas deportivos. Esos fueron los únicos delitos que la justicia norteamericana pudo probar “más allá de toda duda razonable”.