Como ha sido la tónica, la cuarta jornada de alegatos ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya comenzó a las seis de la mañana en punto, hora chilena. Fue la segunda ocasión en que Chile pudo y debió defender su postura, luego que este jueves ocupara la palabra por primera vez para argumentar su negativa de negociar con Bolivia un acceso con soberanía al Océano Pacífico.
Hay que recordar que este 23 de marzo coincide con una importante fecha del país vecino: el llamado Día del Mar, ocasión en que la histórica demanda marítima vuelve a reafirmarse entre medio de consignas y ceremonias.
El jurista británico Sam Wordsworth abrió esta jornada en La Haya para continuar con su argumentación, inconclusa este jueves.
El abogado continuó exponiendo sobre las notas intercambiadas entre Chile y Bolivia en 1950. Ar respecto dijo que el país vecino nunca consideró tal intercambio como una creación de una obligación jurídica.
También indicó que fue Bolivia quien abandonó dicha negociación. Años posteriores rechazó toda conversación e incluso llegó a romper las relaciones diplomática.
Luego de mencionar las notas de 1950, se refirió al Declaración de Charaña, recalcando que al momento en que se realizó, ambos países se encontraban gobernados por dictaduras militares.
“Este intercambio de puntos de vista no podría estar más lejos de crear obligaciones vinculantes”, dijo Wordsworth sobre la Declaración de Charaña.
El jurista comentó que, si la Declaración de Charaña hubiese asumido obligaciones legales, hubiese constituido una “imprudencia jurídica extrema”, incluso para una dictadura militar.
Básicamente el jurista británico se dedicó a demostrar que la Declaración de Chañara no representa obligación jurídica alguna para negociar una salida al mar para Bolivia.
Par reafirmar su tesis, citó algunas frases del dictador boliviano de la época, Hugo Banzer. Entre ellas aquella que dice “Acuerdo de Charaña no incluye compromiso de Chile de entregar una salida soberana al mar”.
El abogado destacó que Charaña fue una negociación frustrada, por tanto, no alcanzó a crear obligaciones vinculantes. Fue la propia Bolivia la que abandonó las conversaciones en 1978.
Especial énfasis hizo en que Chile nunca estuvo dispuesto a negociar sin compensación territorial a cambio, lo que es esencial para Chile. Para Wordsworth, Bolivia jamás ha pensado en volver a negociar compensando con parte de su territorio.
La abogada argentina Mónica Pinto es quien tomó la palabra después de Sam Wordsworth. La jurista se refirió a resoluciones tomadas por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Al respecto explicó que las resoluciones tomadas por esta organización continental no han creado ninguna obligación de negociar a Chile. “La OEA hacía un llamado al diálogo”, afirmó.
La OEA se limita a recomendar, su misión es salvaguardar la paz entre los países miembros, es una organización de carácter político, de cooperación, por tanto, no tiene alcance jurídico. No tiene la potestas para obligar a negociar, explicó.
“No se ha creado ninguna obligación de negociar en virtud de las resoluciones de la OEA”, afirmó Pinto antes de dar paso al siguiente expositor.
Siguiente expositor que fue el abogado australiano Ben Juratowitch, quien de entrada afirmó: “Bolivia reconoció que en 1987 Chile dejó claro que no se negociaría respecto de este tema”, en referencia a la histórica demanda marítima.
Lo que se empeñó en demostrar Juratowitch es que la correspondencia posterior al Acuerdo de Charaña entre ambos países han reafirmado que no habrán negociaciones y que no se puede alimentar la esperanza de Bolivia al respecto.
En ese sentido, el país vecino, desde Charaña en adelante, nunca sugirió una obligación de Chile para negociar. Esto, hasta el 2011, cuando Perú demandó a nuestro país y Bolivia aprovechó la coyuntura para iniciar su propio proceso.
También se refirió a la Agenda de los 13 puntos impulsada por Evo Morales y Michelle Bachelet en su primer gobierno. Al respecto dijo que esta agenda “no manifestaba intención alguna de crear o reconocer alguna declaración jurídica”.
“No consideraba que alguno de los dos estados se encontrara bajo una obligación permanente”, continuó Juratowitch.
Yendo un poco más atrás en el tiempo, el jurista recordó que en 1997 el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile dijo que nuestro país “estaba dispuesto a conversar con Bolivia, pero siempre y cuando no se hablara de un acceso soberano de Bolivia al mar”,
El año 2011 Bolivia cambió su posición planteando la transferencia de territorio soberano, Chile declaró muchas veces antes del 2011 que no negociaría su soberanía, afirmó el jurista.
El siguiente turno fue para el estadounidense Harold Koh, quien volvió sobre Charaña recordando que esa negociación fracasó y jamás se retornó”.
“Bolivia dispone actualmente de un acceso al mar y ha tenido acceso al mar por más de un siglo y por más que ha indicado su retórica, no hay muralla”, aseguró Koh.
“La historia demuestra que un rasgo característico de Chile ha sido la preocupación hacia Bolivia”, dijo Koh antes las acusaciones del equipo boliviano de practica de mal vecino.
Al respecto el abogado indicó que Chile sí ha intentado dialogar con Bolivia, de hecho esto se ve reflejado en distintas áreas de cooperación en conjunto.
Sobre la posible resolución de La Haya, Koh dij que “esta Corte nunca ha declarado que un debate diplomático signifique una obligación, al menos que el Estado haya manifestado desear estar obligado”, expresó el abogado estadounidense”.
“Por todo esto, Chile pide a la Corte que rechace la solicitud de Bolivia”, finalizó.
Lo alegatos continuarán la próxima semana, específicamente el día lunes, cuando le toque a Bolivia, y el miércoles, cuando el turno corresponda a Chile.