“José Antonio Abreu me dijo: no descansaré hasta ver a niños de once doce años tocando la Quinta Sinfonía de Beethoven”, cuenta José Francisco del Castillo, fundador de la Academia Latinoamericana del Violín. Este objetivo lo logró el 12 de febrero de 1975 cuando se decidió constituir la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela como un sistema en que participan las provincias y los estados conformando redes musicales desde el preescolar hasta el nivel superior. “Un país sin arte, un país sin vida cultural es una sociedad sin mensaje, sin sentido. Asomarse a la vida en su esencia a través del arte es un privilegio para cualquier ser humano”, dice José Antonio Abreu.
Nacido en Valera, estado Trujillo, el 7 de mayo de 1939, José Antonio Abreu, desde pequeño, hizo estudios de música. Luego, en la universidad se graduó en economía. Así, este hombre afable y risueño terminó siendo organista, clavecinista, compositor, economista y, sobre todo, el fundador del Sistema de Orquestas Juveniles, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y las escuelas de donde han surgido músicos extraordinarios como, por ejemplo, el joven y prestigioso director de orquesta Gustavo Dudamel y el contrabajista Edicson Ruiz, integrante de la Filarmónica de Berlín.
“Para penetrar la esencia del ser, la esencia de la verdad y la esencia del bien, el arte es el vehículo idóneo desde la más tierna infancia. El preescolar musical es una prioridad fundamental del sistema educativo”, subraya Abreu antes de precisar que “la educación artística es un derecho consagrado en la Constitución de Venezuela. Nunca nadie le ha negado a los niños y a los jóvenes el derecho a ejercer su vocación artística.” En el sistema que él creó han recibido educación musical niños de las clases más desfavorecidas. “Cuando abordamos la creación de una orquesta exigimos excelentes instrumentos, maestros y locales para los niños pobres. En eso consiste la justicia social”, dice José Antonio Abreu, ganador en 2008, en España, del Premio “Príncipe de Asturias” de las Artes.
El sistema ideado inicialmente por este venezolano ha tenido amplia repercusión en el mundo y ya existe una orquesta de jóvenes europeos y experiencias magníficas en Sudáfrica, Kenya y otros países africanos.
José Antonio Abreu falleció el sábado recién pasado a los 79 años de edad.