Hace algunos días, el senador Francisco Huenchumilla afirmó en entrevista en Radio y Diario Universidad de Chile, respecto al futuro de la Democracia Cristiana, que “no soy optimista. El Partido podría estar en una crisis terminal”. Esta afirmación retrata la situación de una tienda que llegó a tener tres veces un presidente de la República y que, sin embargo, se encuentra hoy en el peor momento de su historia.
Por ello adquieren un tono dramático las inscripciones para presentar lista en las elecciones internas, cuyo plazo vence el próximo 23 de abril. A dos semanas de ese hecho político, se han vuelto a encender polémicas dentro de la colectividad. Uno de ellos fue la presencia de Carolina Goic en la Comisión de Seguridad a la que citó el propio gobierno. En este tipo de instancias paralelas al Congreso Nacional también participaron Patricio Walker y Matías Walker, lo que ha sido criticado por otros líderes de la DC.
Esto, según informó La Tercera, quebró los acercamientos que el sector de los “príncipes” sostenía con Francisco Huenchumilla, una de las cartas que ahora sonaría fuerte para la presidencia de la tienda.
Uno de los que se quejó por el acercamiento hacia el oficialismo de algunos militantes de la falange fue Jorge Pizarro, senador que indicó que espera que el ex intendente tenga intenciones de sumarse a este desafío, pues entrega la confiabilidad necesaria en este momento.
“Tengo la mejor opinión del senador Huenchumilla. Tiene la experiencia y la capacidad como para sacar adelante al partido en esta etapa difícil, donde lo esencial va a ser recuperar confianza, recuperar credibilidad interna, y además que todos entendamos que las decisiones del partido tomadas democráticamente se deben asumir por todos, y en eso yo creo que Pancho puede dar garantías”, dijo.
Efectivamente, Huenchumilla ha sonado en la interna como una figura de consenso. Prueba de ellos serían los acercamientos desde la fracción de los “príncipes”, quienes ahora también tendrían a una persona para encabezar una lista propia: el ex ministro Alberto Undurraga.
Jorge Burgos, ex ministro del Interior e histórico militante de la DC, comentó el perfil que debiera tener la próxima dirección del partido, y no se animó a hablar respecto de la carta de Huenchumilla.
“No lo conozco tanto como para hacer una declaración en pro o en contra. No podría decir eso (…) Me interesa que la Democracia Cristiana, más allá de la persona, pueda ser capaz de definir su ubicación en el espectro político chileno. Que sea capaz de definir de manera más clara sus propuestas de políticas públicas, y que pueda recuperar autonomía e identidad”, señaló.
El ex ministro del Interior pertenece al ala de los “príncipes” al interior de la colectividad –al igual que los hermanos Walker–, quiens tienen su contraparte la fracción reconocida como la “disidencia”. Este último grupo contaría con una lista encabezada por el ex diputado Fuad Chahín, quien ya cuenta con el apoyo de algunos parlamentarios.
Uno de ellos es Gabriel Silber, que en conversación con este medio confirmó su apoyo a Chahín y, de paso, deslizó una crítica a supuestas figuras que observarían de una manera determinada la conducción de la DC.
“Muchas veces hemos tenido candidatos a presidente del partido que han visto aquí una plataforma personal, para auto perfilarse, para ser candidatos al senado o para ser presidentes de la República, y creo que necesitamos un candidato que ordene la casa, piense en las próximas elecciones municipales, nuestros concejales, que mire el territorio, la reorganización partidaria es muy importante para los tiempos que vienen, y en consecuencia, me inclino por apoyar al candidato Chahín”, manifestó.
Todo indica que aquella crítica de Silber apunta a Alberto Undurraga, quien eventualmente podría competir por un cupo senatorial en cuatro años más, mismo escaño que buscaría el actual diputado. Esto, mientras aún no se conjuran las amenazas de renuncia de sectores importantes y militantes ilustres del partido. Una sola cosa está clara de antemano: la DC no resiste otro fracaso en la conducción partidaria.