Durante este primer mes de mandato el gobierno respaldó una iniciativa que causó declaraciones cruzadas en la prensa por parte de dirigentes del oficialismo. Se trató de la indicación que se presentará en el contexto de la ley de Identidad de Género, en donde se adoptó una posición específica que se acercó a la idea que se venía sosteniendo desde Evópoli, y que, a su vez, se alejó de lo planteado por la UDI y una fracción importante de RN.
Sin embargo, aquello no significó un giro hacia políticas exclusivamente liberales dentro del contexto de la derecha. De hecho, hace unos días el equipo del presidente comunicó que evaluaban la creación de un proyecto de regulación para conmutar penas a reos que posean enfermedades terminales, en las que estarían incluidos los militares violadores de derechos humanos en Punta Peuco, algo que pertenece más a un requerimiento del ala conservadora, que incluso fue levantada en época de campaña por José Antonio Kast.
En opinión de Pablo Ortúzar, antropólogo e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad, “hay algo de ficción en esto de asignarle un tipo de agenda a ciertos grupos o personas que lo hayan convertido en su bandera de lucha”.
“Uno no tiene por qué conceder a los grupos que reivindican la propiedad sobre estas agendas, que el gobierno legisla para ellos. No es razonable. El gobierno tiene un programa que ha tratado de instalar, con bastantes complicaciones y mucha resistencia porque también hay mucho incentivo dado la situación política, dado que las distintas facciones traten de diferenciarse y hacerse más visibles”, dijo.
Además, agregó que esta disputa “no le ayuda en nada al gobierno para instalar su propia quilla”, que en palabras del antropólogo serían preocupaciones como las del Servicio Nacional de Menores, lo que en concreto le estaría por jugar malas pasadas a Sebastián Piñera.
Para Benjamín Ugalde, filósofo vinculado a Evópoli, el tipo de mandato que está encabezando el presidente guarda relación con “tomar cartas en asuntos bien álgidos, asumiendo los costos del liderazgo, que consiste llevar a cabo grandes acuerdos”.
En medio de ese escenario, Ugalde afirmó que el partido creado por Felipe Kast tiene como objetivo cambiar formas de hacer las cosas en la derecha. Precisamente, el filósofo declaró que el proyecto sobre identidad de género es “paradigmático para poder levantar esa idea de centroderecha moderna y liberal”, lo que ha sido advertido desde sectores conservadores como el que encabeza Jacqueline Van Rysselberghe y que se ha visto traducido en disputas a través de los medios.
“En Evópóli queremos ir adelante, transformar lo que haya que transformar, modificar lo que haya modificar, sacar adelante las reformas y las leyes que haya que sacar adelante, y no estar esperando como tradicionalmente lo ha hecho la derecha o solo reaccionar o mantener el estatus quo. Se trata de enfrentar los problemas y realizar los cambios que se necesitan. Yo creo que en ese sentido este primer mes de gobierno ha estado enfocado en esa perspectiva”, señaló.
Neoliberalismo en común
Una opinión opuesta es la que tiene el analista político Ernesto Águila. Para él, las señales de Piñera han sido de reafirmación de las “ortodoxias neoliberales y de buscar soluciones dentro del propio modelo”.
“Yo creo en el tema de identidad de género parte de una cierta señal un poco más hacia Evópoli, o una derecha más liberal, pero en todo lo demás me parece que hay una impronta mucho más dura y conservadora. En el tema de migración, de Punta Peuco, en rebaja de impuestos y lo que está ocurriendo en educación, con esta política que mezcla decretos con el Tribunal Constitucional, es una línea conservadora”, expresó.
En ese sentido, Águila añadió que, si bien existe una tensión “entre sectores liberales y conservadores en temas de libertades individuales, la derecha no tiene tensiones en el componente y en la visión neoliberal de la economía”.
Finalmente, el analista político dijo que en ese ámbito observa “un gran acuerdo” dentro del conglomerado. “El gobierno, no siendo mayoría en ambas cámaras, tiene unidad ideológica que contrasta con la dispersión de los distintos grupos de oposición”.